Koy Shunka en Barcelona

Una experiència realmente única! El Ambiente, la calidad de producto, el Servicio todo espectacular! Cogimos el menú de 23 Países y Maridaje y solo decir que volvería a repetir!

Todo exquisito!!! Y los chicos que te sirven demuestran mucha profesionalidad! En barra es menú degustación!!!

Muy buena comida y variedad de platos. Volveremos

Cenar allí es como asistir a un concierto de opera o una obra de ballet! Nada desentona, todo en armonía. Excelente atención y servicio, ambiente cuidado, estar delante de la cocina viviéndolo todo es único, los platos increíbles con esa sutil presencia “Vasca” en su diseño d carta. Una experiencia donde recreas los sentidos de la vista y el gusto transportándote al placer gastronómico.

No tengo palabras...lo mejor de lo mejor de lo mejor. Vale lo que se paga. Hideki Matsuhisa, eres un crack!

Fantástico restaurante, tanto el espacio como la calidad del producto, la presentación como el servicio. Especial atraimiento a Toni que nos atendió muy profesionalmente ya la vez cercano. ¡Volveremos sin duda!

Excelente. Se percibe la calidad y el buen hacer en cada plato. Hemos reservado en la barra el menú (g)astro, y realmente vale la pena. Es un espectáculo ver como funciona una cocina con tanto personal y observar como trabajan. A parte de los platos indicados en el menú se intercalan niguiris - a cada cual más bueno - por lo que la cantidad a comer es más que considerable. La materia prima es de primera calidad y junto con la exquisita elaboración, cada bocado se resume en una sorpresa de sabores y contrastes. El personal, tanto en barra como el servicio de mesas, ha sido de diez. El local es muy agradable con ese toque minimalista oriental que le da un punto de exquisitez. Contando los cafés, hemos estado un total de tres horas y media pero se han pasado bien, haciendo que la experiencia vaya más allá de lo puramente gastronómico. No creo que sea la última vez que vayamos; ha sido un placer en todos los sentidos.

Fuimos con las expectativas altas y aunque no las superó, no podemos decir que no es un gran restaurante. A su favor está el producto que ofrecen de calidad excelente, la amabilidad de todo el personal y la posibilidad de ver la cocina en acción. La presentación de los platos es elaborada, con el detalle de añadir el nigiri del mismo producto. Hay pases que sorprenden (3-4) junto al resto que nos dejaron indiferentes. Estaba bueno? Si, pero nada más a añadir. Los primeros aperitivos te invitan a degustarlos frente a la cocina, que se encuentra en mitad de la sala. Nos defraudaron: hielo picado con una salsa especial...si, hielo picado...el resto mejor, pero sin sorprender. Pudimos apreciar un ambiente algo caótico en cocina, posiblemente por la presencia de personal nuevo, pero que contrasta con el ambiente relajado del resto de la sala. Si quieren degustar comida japonesa de alto nivel, es el lugar. Si quieren que les sorprenda, quizá haya otras opciones. Mil gracias a Toni, el camarero que nos atendió. Pura amabilidad, frescura y profesionalidad.

Profunda y muy lograda reforma del local, que permite un espacio con elegancia sencilla, materiales acertados, entorno íntimo, vista de toda la cocina, entrada misteriosa… 3 menús degustación, probamos el intermedio con 24 bocados y 218€. Satisfacción plena, con platos quizás de menos a más, destacaría todo lo relacionado con el atún y la excelente anguila del Delta del Ebro. Postres conseguidos. Servicio excepcional. Merecida estrella que en otras partes del mundo serían dos. Precio elevado pero acorde con productos, local y servicio.

Espectacular menú, 24 degustaciones a cuál más exquisita. Trato inmejorable, tratan el producto con un tacto increíble. Todo muy bien hilvanado...... gracias por éste rato.....