Kim Chi en Valencia

Es un sitio muy familiar y acogedor, y Paco, el dueño, es genial

Maravillosa experiencia, la comida más que deliciosa, la mejor comida coreana que he probado, y la atención del dueño y la cocinera espectacular, gente majísima, super cercana y agradecida. Un 10, recomendadísimo!!

Aconsejados por el camarero, todo lo que elegimos estaba riquísimo. Primera vez y, sin duda, volveremos.

Esta buenisimo todo. El servicio es amable y atento. Llama para reservar, es un local pequeño y no toman más mesas de las que pueden atender. La cocina cierra pronto

El trato del camarero y las cocineras es excelente. La calidad de la comida es excepcional. Voy cada vez que puedo, es un viaje a la corea gastronómica. Los dueños son coreanos y súper amables.

La comida muy buena pero el trato fue aún mejor.. disfrutamos mucho esta experiencia gastronómica. Repetiría sin duda y lo recomiendo. Imposible no pedir el pollo frito.

Creo que no había probado un pollo coreano tan rico jamás, y todo lo demás no se queda atrás. El dueño es una sonrisa andante, así da gusto!!! 100% recomendado

El mejor coreano de toda Valencia!! El pollo muy bueno, 100% recomendado.

La comida estaba toda riquísima. El pollo Dalg-gang jeong de las cosas mas buenas que he probado, recomendadísimo 100% a todo el que venga. El ambiente es muy acogedor, y el camarero super simpático y atento. Los precios también estan muy bien. Recomendado a todos los amantes de comida asiática.

Nos habían recomendado la cocina coreana de Lim Chi, ya había probado Jalasan en la capital del Turia y salí un poco frío de la cocina y platos coreanos. En esta ocasión, en Arrancapins, muy cerca de Abastos se sitúa Kim Chi, regentado por un coreano que toma nota, sirve y prepara las mesas, otra persona más en cocina a los mandos. La carta, lo que de verdad importa es cortita, el señor te va apuntando los platos que pican. 3! En nuestro caso empezamos con el plato con base de lechuga, ternera y una salsa de verduras picante y otra en un cuenquito, estaba bueno. El segundo plato que pedimos, menos sorprendente, es el pollo frito con una salsa de barbacoa un poco dulce, estaba muy bueno, pero poco sorprendente. Lo siguiente unos noodles de arroz con verduras, con unas verduras, de los tres platos el más plano, un plato para llenarte. Todo lo comentado por unos 35 euros entre dos, con agua y cerveza. Un punto a su favor es la ligereza y rápidez con la que atienden y sirven.