Kaneda en Santander

Cada vez más restaurantes de ramen venden fideos ramen ya preparados a precios elevados, con ilustraciones de anime y manga japoneses pegadas por toda la sala (¿sin permiso de derechos de autor?), con el objetivo de atraer a los clientes otaku. Desgraciadamente, la realidad es que hay muchos santandereanos que se conforman con un nivel de comprensión tan crudo. En comparación con los restaurantes que engañan a los niños, KANEDA es un restaurante que ofrece comida casera deliciosa, original y de alta calidad a precios razonables. Este restaurante es un tesoro santandereano.

Este pequeño local está situado en la ciudad de Santander,en la calle Río de la Pila , es una opción estupenda si te gusta la comida asiática. Es mi opinión es recomendable reservar, nosotros nos pedimos un wok de verduras y un ramen vegano,las cantidades eran grandes y la relación calidad precio en la media, el precio medio por wok es de unos 16€ + las bebidas y el postre. La verdura estaba muy sabrosa y rica y todo en general estaba muy sabroso . Muy amable el personal, además te informan adecuadamente.

No he vuelto a probar un ramen igual

Atención de dos chicos muy amable, he probado el Ramen Vegano y muy rico, especialistas en lo que hacen. Local pequeño, preferiblemente reservar.

¡Qué experiencia tan increíble! La comida es una auténtica pasada: cada plato está lleno de sabor, bien presentado y con ingredientes fresquísimos que hacen que cada bocado sea increíble, sobre todo el sabor del ramen . Pero lo que realmente destaca es el servicio: el personal es amable, Diego, atento y se nota que esta comprometido a que disfrutes de la mejor experiencia posible. Sin duda, un lugar que recomendaría al 100% para cualquier ocasión. ¡Volveré sin dudarlo!

Mi experiencia ha sido negativa, excepto en lo culinario. En este caso he quedado muy sorprendido porque las gyozas y el ramen tantan que es el que he probado, eran deliciosos. El problema en este caso ha sido la atención y el tiempo de espera. Reconozco que un buen plato debe servirse meticulosamente y sin prisa, pero me pareció excesivo dada la cantidad de gente en el local (unas 10 personas). A parte de esto, el trato del camarero, lejos de ser cercano, no mostró un buen gesto en ningún momento, incluso si le pedías algo después ni te miraba, ni te afirmaba ni te contestaba, si eso si tenías suerte te lo traía. Le pedí una cerveza y me la trajo dando un golpe en la mesa sin tan siquiera mirar, derramando parte de la espuma por el golpe. Ni buenas noches, ni gracias, ni adios, ni una sonrisa, desprendía amargura el chaval con bigote que nos tomaba nota. Sí que insistía en que la cocina iba a cerrar. Es una pena porque la comida es deliciosa, pero ni yo volveré ni nadie de mi círculo si de mi opinión se trata. Hasta que cambien de camarero o al menos sepa sus horarios para no ir en sus turnos, y si pongo 3 estrellas es única y exclusivamente por el sabor de la comida, que por cierto, he visto una barbaridad de platos en otras reseñas, no sé de dónde habrán salido pero la carta es extremadamente limitada en comparación. Hay 3 tipos de ramen, de gyozas y dos tapas más, fin

Posiblemente el ramen más sabroso que he probado, lo mismo pasa con las gyozas y el resto de platos, originales y ricos.

Establecimiento pequeño pero entrañable, en el momento que fuimos había 6 mesas, lo cual es importante reservar. Además, te suelen llamar ese mismo día para que confirmes la mesa. La atención del personal es muy buena, atentos en todo momento y si te surgen dudan te pueden aconsejar. Los ramen que comimos estaban muy ricos y con unos productos super frescos. Sin duda volveré a este sitio.

Fuimos 3 personas a cenar el sábado 29 de septiembre de 2024, previa reserva. El sitio es acogedor, con pocas mesas, y la camarera es muy atenta y simpática. Sin embargo la comida tampoco me sorprendió, quizá es porque tenía unas expectativas más altas. Pedimos un ramen (el primero de la carta), las gyozas de vaca, las gyozas de cerdo y el ajoblanco con atún. Las gyozas estaban muy buenas, pero el ramen y el ajoblanco no me sorprendieron. El atún estaba algo sosainas y el ramen era muy normalito. Eso sí, el postre, que era algo de helado de queso, sí que estaba muy bueno.

El mejor ramen de Santander. Venido a menos, problemas con el servicio a los clientes. Limitaciones de horario y carta reducida. Una pena ha sido durante años una referencia en Santander para la comida oriental. Espero que sean capaces de resolver sus problemas.