Jimmy Glass Jazz Bar en Valencia

Ubicación privilegiada para jazz, un local genial y música genial. El ambiente es increíble e incluso puedes pedir una pizza buenísima con las bebidas. ¡Me encanta cada vez que voy!

Estuvimos con amigos en un show de Jazz realmente valio la pena, volveremos

Un buenisimo sitio para ver actuaciones en directo de Jazz. Tomarte alguna copa y un bocadito de alguna torta. Es genial

Jimmy Glass era definitivamente lo que necesitaba. Investigué sobre este lugar antes de llegar a Valencia y ¡no me decepcionó! Disfrutamos muchísimo de SongAh Chae y su trío el viernes pasado y volveremos el próximo viernes. ¡Muchísimas gracias, Chevy, por continuar con la pasión por el jazz y compartirlo con nosotros, los amantes del jazz! Eduardo y Bertha Del sur de Florida

Experiencia muy agradable. La colocación de las mesas se realiza en el orden de las reservas. Una botella de vino 17 euros, un trozo de pizza casera 2,5 euros.

Barra de jazz. Tarifa de entrada. Es necesario reservar por correo electrónico. El interior es bastante estrecho y mal ventilado. Casi no hay comida, pero sí bebidas y cócteles. El ambiente es agradable, música en vivo.

El lugar no es para comer, es para beber y, sobre todo, para escuchar música. MARAVILLOSO, lloré de emoción con el concierto al que fuí. Lo único que, atendiendo a reseñas de otros clientes pensé en cenar allí y me quedé con hambre. La comida está buena, pero es muy escasa. Hay que ir pronto.

Anoche fue mi primera vez, con lo cual no puedo valorarlo con mucha precisión, peeeeero 18 euros para entrar me parece un poco excesivo. Ok, entramos, ya había bastante gente y nos sentaron atrás. Querían sentarnos en una mesa ya ocupada por una pareja. Lo siento, pero no. Preferimos sentar en la última mesa, donde la música no llega apenas. Unos altavoces ayudaría a que el cliente tenga ganas de quedarse. Y lo imprescindible: un concierto de jazz (en mi opinión y experiencia) no puede empezar y permanecer lento, aburrido, triste. Tiene que sorprender, dejarte sin palabras. Justamente para que te quieras quedar. El grupo hizo tres canciones (aburridísimas, sin ritmo y los instrumentos no se encontraban entre si). Vivo en Madrid y hace meses pasé por delante del bar. Lo que escuché desde fuera me encantó. Volví ayer y vine con reserva y mucha expectativa. Salí frustrado, pero bueno, quizás en otro momento tenga más suerte. Eso sí, entraré sobre las 00:00 porque posiblemente los músicos ya estarán más “contentos”. Ojo, que me encanta el jazz tristón de Chet Baker, Billie, Nina, pero en locales de jazz, creo que el cliente busca más ambiente.

Disfrute mucho el concierto, los cocteiles super buenos y el ambiente muy bonito. Es un sitio para desconectar y disfrutar del momento. Gracias por un ratito inolvidable