Jardín del Alma en Barcelona

Visitamos el Restaurante Jardí de l’Ànima a finales de agosto con un grupo de amigos y fue una experiencia absolutamente maravillosa. La comida estaba simplemente deliciosa; se notaba la calidad de la materia prima en cada plato. ¡Felicitaciones al chef y a todo el equipo! Todo fue perfecto: la comida, el servicio, la elegancia y el entorno impecable. Un momento que destacó: amablemente se ofrecieron a preparar los platos más rápido para mi hijo de 2 años, lo que demostró una gran consideración e hizo la velada aún más especial. Lo pasamos genial. Recomiendo encarecidamente este lugar; vale totalmente la pena. ¡Sin duda volveremos!

Un ambiente muy agradable y un servicio correcto, pero con una carta escasa los precios están fuera de mercado comparándolo con otros restaurantes de su categoría, principalmente los vinos y refrescos, un aperol en la mayoría de restaurantes está entre 7 y 9 € nos cobraron 20 €. Es agradable comer en el restaurante de un Hotel por sus instalaciones, pero mis últimas experiencias no han sido satisfactorias.

Comida buenísima y servicio térmico o un 10. Volveremos

Fui por capricho a fumar a última hora de la tarde. No conocía el hotel ni el jardín de antemano. Al entrar, me recibieron y me llevaron al jardín (donde quería sentarme). Elegí una mesa y lo primero que vi fue que el cenicero estaba lleno, pero no pensé mucho; simplemente le pedí a la camarera que lo cambiara. Normalmente, suponía que traería un cenicero para puros, ya que era un hotel, pero simplemente me trajo uno normal... En fin... El jardín estaba verde, tranquilo y con muchos pájaros cantando. Las sillas eran cómodas. El servicio de las chicas no fue especialmente agradable, ya que no sentí amabilidad, ni que me recibieran allí ni nada parecido... simplemente hacían su trabajo de forma muy mecánica. ¿Será porque se estaban preparando para la cena? En un momento llegó más personal y un chico amable me trajo un cenicero para puros. Parece que tenían una desde el principio... A veces hago fotos para plasmar la experiencia que he tenido, así que quise sacar una (como se ve aquí). Me gustaron mucho los reflejos en la cubitera, pero la encontré manchada, así que cogí una servilleta y la giré para encontrar la mejor parte para exponerla. Descubrí que tenía manchas pegajosas por todas partes, incluso en alguna parte había una semilla de tomate o algo así. En fin, el lugar no me parecía especialmente glamuroso ni lujoso (aunque con un bonito interior y jardín), así que lo descarté. Al irme, vi varios excrementos blancos y secos de pájaro en el respaldo de mi asiento. Parece que me senté con prisas y no presté atención. Como ya he dicho, el lugar no me pareció de lujo, así que simplemente le ignoré. Fui a pagar a la barra y descubrí que una copa de vino costaba 12 € y una pequeña de agua 8 €. Aunque no es tan sorprendente, dado el servicio distante, el cenicero y la limpieza de algunos artículos, sinceramente me sorprendió y me pareció injustificable. En general, fue una buena experiencia y dudo en volver a comer, pero de verdad no entiendo cómo se pueden pasar por alto esos detalles cuando cobran tanto.

El precio no está acorde contando con los Rtes de igual o superior calidad Volvemos al tema de Restaurante de Hotel .- Caro

Hermoso ambiente en el patio. La sopa de calabaza y el pastel de chocolate estaban deliciosos. El bistec estaba duro y no estaba en su mejor momento.

Nos encontramos con este restaurante en nuestra última noche en Barcelona. Tan pronto como entramos en el hotel, fuimos recibidos por un empleado y acompañados a este hermoso restaurante jardín. El servicio fue atento y la comida era hermosa tanto en presentación como en sabor. Recomiendo encarecidamente!

Gracias por su servicio y ambiente. Siempre son de primera.

El trato es increíble, no existe ni otro restaurante donde te pueda sentir realmente a gusto, cómodo y mucha discreción. La comida es casi kilómetro 0. El personal te explica los detalles y la historia que hay atrás de los platos. Volvería cada día.