Indómito en Santiago de Compostela

Estuvimos cenando el viernes 3 de Octubre, 4 personas, y todos nos fuimos encantados. Fue una experiencia gastronómica inolvidable. El chef Martin Vázquez demuestra una maestría excepcional en cada plato, combinando sabores intensos y perfectamente equilibrados. La presentación es impecable, cuidada al detalle, convirtiendo cada creación en una obra de arte. La comida no solo deleita el paladar, sino que emociona. Además, el equipo de camareros destaca por su amabilidad y profesionalidad, haciendo que cada visita sea cálida y especial. Un restaurante que enamora desde el primer bocado.

Una experiencia gastronómica excepcional. Cada plato está cuidadosamente diseñado, no solo en sabor sino también en presentación: una verdadera obra de arte. El ambiente es elegante y acogedor, perfecto para disfrutar con calma de cada detalle. Destaco especialmente la atención de Hugo y Martín, quienes hicieron que la velada fuera aún más especial con su trato amable, profesional y cercano. Sin duda, un restaurante al que volveré.

Servicio 10/10 Llamé hace un par de días para reservar para el viernes y, a pesar de que el restaurante estaba prácticamente lleno, Martín me dio la oportunidad de reservar una mesa para dos durante una hora y media. Y la verdad es que valió la pena cada minuto. Indómito es un restaurante para sorprender. Empiezas con la bienvenida del chef, quien también elige los platos especialmente para ti. Primero, te informan brevemente de tu lugar de origen, si tienes alguna preferencia... y, en definitiva, un trato cercano y personalizado. Servicio 10/10, personal atento, tanto Martín como sus compañeros de barra. Ambiente 10/10, una decoración sólida y coherente que, a pesar de estar lleno, apenas hacía ruido. Comida 10/10, con explicaciones de cada plato en cuanto te lo sirven y con show cooking en tu propia mesa o directamente en la barra. Enhorabuena a todo el personal.

Excelente servicio, excelente comida y quedamos en manos del chef con muy buenos resultados.

Celebramos nuestro aniversario el 26 de septiembre con una cena espectacular con platos recomendados por el chef Martín. Ese mismo día llegamos a Santiago tras nuestro Camino. La comida fue simplemente excepcional en sabor, creatividad y presentación. El servicio de Manuel y el equipo fue impecable. Me encantaría volver para probar las creaciones del chef Martín.

Disfrutamos de una comida maravillosa y única. La atención a los comensales fue primordial, y nos visitaron tanto el chef como el personal. Nos encantaron los platos de pescado local, preparados con tanta elegancia, y la codorniz estaba especial. La comida no nos saturaba y el vino fue el complemento perfecto. Una experiencia memorable.

Gran cena en un gran ambiente, la comida estaba muy buena y todo en su punto desde el pescado crudo marinado de la bola de aguacate hasta la lubina o el pichón, además verlos trabajar es un gustazo, el chef fue muy amable y un cachondo y especial mención a Hugo, estuvo súper atento a nosotros y se comía la cocina el solo una máquina. Sin duda alguna repetiria solo para probar más platos, se nota el mimo en los platos y en restaurante,además la propuesta del Chef Martín mola mucho, en Japón los "Omakase" son muy famosos y bien valorados, esto es lo mismo pero en un ambiente más cañero, pena que viva en la otra parte de España si no iría en breves de nuevo, un saludo

Ya conocíamos a Martín de Casa Marcelo, así que nos dejamos guiar. Elegimos la esquina de la barra. Fantástico.

Fuimos recomendados por amigos y nos encantó, el trato de un personal amable y profesional con una alta cocina y un local acogedor. Comimos lo que quiso el chef y eso que nos acompañaba un comensal un poco especial y adaptaron los platos. Nos pareció muy bueno y recomendable incluso el precio

Seguimos a Martin desde su restaurante anterior,sus creaciones son originales,delicadas,con los ingredientes en su justo punto y lugar.Imprescindible la bola de aguacate,la pedire siempre que pueda,lleva una salsa citrica muy ligera de la que te comerias 2 bols.Nos puso tambien un gazpacho de apio y manzana con arenque,fresquisima al paladar.El trato de los pescados -xurel,xarda- es exquisito.Y poder contemplar el espectaculo de la cocina desde la propia barra,es un plus.El precio -120e- para dos,bastante adecuado.Espero que se mantengan los precios y la posibilidad de elegir los platos.