Imprevisto Restaurante en Barcelona

Disfrutamos muchísimo de nuestra experiencia en Imprevisto en Barcelona. Pedimos el menú degustación de 10 platos con maridaje de vinos, y la comida estuvo excepcional, pero lo mejor del espectáculo fue el servicio. Nuestro camarero fue amable y servicial, e hizo que la velada fuera un acontecimiento. El sumiller, Alberto, estaba muy bien informado y preparó deliciosas selecciones que maridaron a la perfección con cada plato. ¡Recomiendo encarecidamente esta joya escondida en Barcelona!

Una cena increíble e inesperada... un menú que, en cada plato, superó con creces las expectativas. El personal del espacioso comedor te hizo sentir como en casa. Los platos del menú degustación eran todos sabrosos y estaban preparados con maestría. Realmente excelente. Nada que envidiar a muchos restaurantes de renombre con estrellas Michelin... seguro que pronto les llegará una estrella.

Fui con amigos y cené espectacular , me encantó seguro que lo voy a recomendar !!!

Una experiencia genial. Menú de 7 pasos.La comida buenísima y el servicio de lo mejor. Recomiendo hacer caso a la recomendación de vinos. Un acierto ! Sin duda ,repetiremos

Pedimos dos menús degustación vegetarianos de 7 platos. Buenísimos todos y con mucho sabor. Sopa de castañas buenísima, tartaleta con nabos encurtidos, un ravioli con parmetier de patata.. Técnicas como aire y perlas. Pero lo más importante es que han sabido encontrar contrastes de sabores en platos vegetales. El servicio súper atento. Volveremos seguro

Una experiencia fantástica en el restaurante. La comida estaba deliciosa y el maridaje de vinos, impecable. Somos difíciles de complacer con el maridaje de vinos, ya que buscamos disfrutar de una experiencia, no solo un buen vino con buena comida. Cada vino realzó el plato presentado. Incluso lograron un maridaje audaz con un jerez que funcionó de maravilla. Sin duda, el mejor restaurante que probamos durante nuestros 12 días en España. ¡Se merecen más que un reconocimiento Michelin… ⭐️! Quizás lo único que podrían mejorar para conseguir esa estrella sea un ambiente más íntimo (¿mejor iluminación ambiental?), ya que el servicio fue muy amable y rápido. ¡Muy recomendable!

Comimos el menú imprevisto que es un menú sorpresa de 10 pases, el servicio perfecto, son muy amables y atentos. El menú calidad precio es perfecto, todos los platos perfectamente ejecutados. No tiene mucha técnica pero trabajan con productos de primera y con mucha idea y sabor. Muy recomendable.

Fuimos a Imprevisto porque el nombre nos guiñó un ojo. Sonaba a aventura culinaria, a esa cosa misteriosa donde uno entra sin saber si va a terminar comiendo flores silvestres, espuma de calabaza o un meteorito gratinado. Además, un menú de 7 pasos, sorpresa, 66 euros, noche fría de noviembre en Barcelona… ¿qué podía salir mal? Bueno… imprevisto, lo que se dice imprevisto, no hubo mucho. Los pasos eran sorpresa, sí, pero más del estilo “sorpresa de cumpleaños que ya sabías por el olor a torta desde el pasillo”. No sorprendieron, no emocionaron y, en algún momento, empezamos a preguntarnos si la sorpresa era que justamente no hubiera sorpresa. Algunos platos estaban ahí, existiendo, como un vecino que saludás sin ganas en el ascensor. Otros, directamente, no estaban ricos. No es que fuera un desastre épico: no volví a casa ofendido ni insultando ingredientes. Pero tampoco estuvo bueno. Faltó textura, faltó juego, faltó esa sensación de “che, ¿probá esto que no lo vas a poder creer”, que en un menú degustación es la mínima ilusión que uno trae desde casa. Eso sí: la atención, excelente. El pan con aceite, un poema. Si el menú hubiese sido solo eso, capaz salíamos más contentos y con menos análisis existenciales. En resumen: Imprevisto no nos arruinó la noche, pero tampoco nos la regaló. Un restaurante que promete sobresaltos y termina siendo más previsible que lluvia en noviembre. ⭐⭐⭐ — porque no estuvo mal, pero nos quedamos esperando el truco.

La cena de empresa estuvo genial. Excelente atención y la comida por supuesto.

Buen Restaurant, vale la pena visitar. PROS: 1. Buena relación precio-calidad en la comida. (No tomamos vino por lo que no podría opinar sobre el maridaje). 2. Los sabores son en general muy cañeros, y reconoces perfectamente lo que estás comiendo, a diferencia de otros restaurantes con menús de degustación tan moleculares que a veces no sabes que estás probando. 3. El lugar es pequeño y el servicio amable. CONTRAS: 1. Solo un poco lenta la transición entre algunos de los platos, con pausas que a veces se hacen un poco largas.