Hotel Salinas de Imon en Sigüenza

Hotel con encanto. Buenas habitaciones y muy acogedor. Servicio atento y amable.

He estado con mi madre y con dos perros en este establecimiento durante 3 noches . El hotel es maravilloso. Su calidez y la gran exquisitez que tiene este lugar te invita a pasar más de 1 noche . Está decorado al detalle y con muy buen gusto. Se nota que el dueño ha puesto todo su esfuerzo en lograr un lugar de ensueño. Es un lugar para regresar y desconectar. Hemos estado alojados en la habitación china y no le faltaba detalle. Gracias Honorio por conseguir de este lugar algo magico y diferente . Saludos. Silvia

Un lugar bastante cálido, gentil,.ameno y donde te sientes como en casa, perfecto para desconectar del día a dia y de lo agitado de la ciudad. El personal y el dueño muy cordiales. La comida , el servicio y las instalaciones super bien. El spa privado un toque sin duda único. Tiene piscina,.un pequeño parque afuera genial para los chicos.Volveríamos encantados. Gracias 🤗 10 de 10

Experiencia increíble! Hotel fantástico, muy acogedor, agradable y ubicado en mitad de 2 pueblos grandes (Sigüenza y Atienza). Comida muy casera y buena, atención estupenda. El SPA de 50 minutos es de uso privado. La decoración es antigua pero bien cuidada. La cama es de 2x2 y cómoda con diversas almohadas. Las toallas son de alta calidad. Wifi en todas las instalaciones. Además dispone de piscina. 100% recomendable. Volveremos seguro.

Maravilloso espacio de relax. Piscina, masaje , silencio. Gracias por la perfecta atención.

Nuestra estancia, de seis noches, en este hotel ha sido inmejorable. El hotel es una preciosidad. el trato, la información, la limpieza..., todo lo valoramos muy positivamente. Es un hotel en el que prima la calidad sobre la cantidad: el buen gusto y la belleza de todo lo que hay allí es sorprendente: por ejemplo una maravillosa pinacoteca. El desayuno no es una de una variedad ilimitada, pero todo lo que te ofrecen es de gran calidad, y, claro, prefieres menos pero de primer orden, que mucho, pero malo. El gel y el champú de las habitaciones es ecológico y de calidad inusual. En una época en la que los hoteles y alojamientos suelen ser más bien estridentes y de mal gusto, el hotel Salinas de Imón destaca por su clase, su paz y su belleza.

Es un hotelito maravilloso donde ir a relajarse, estar tranquila y disfrutar de buena comida, una piscina maravillosa y un spa estupendo. Las dos familias que trabajan allí son estupendas y el chico de la piscina jardín y demás también. Lo que necesites siempre con ellos. He venido varias veces, esta vez sola y es el lugar perfecto. Leo algunas de las reseñas y no entiendo la verdad es que no estoy nada de acuerdo. Sobre todo con el que dice que toda la piscina estaba llena de niños del pueblo, no lo creo, pero si es así, estoy segura de que hablándolo con Onorio se podría haber sulucionado. Es un pueblo de menos de 20 habitantes. Si quieres comercios y tiendas alrededor te puedes ir a Benidorm. Este es un concepto de vacaciones diferentes. Las habitaciones y el hotel están diseñados con un gusto exquisito, con muebles antiguos increíbles . Cada habitación es diferente. Todas estupendas. Esta vez me he quedado en MÚSICA y estoy encantada, acogedora, cama grande y cómoda, luminosa y con una ventana enorme en el techo que la hace única. Recomiendo 100 por 100. Volveré todo el rato. Lugar de paz a una hora y media de Madrid. Gracias

La habitación era mona y bastante limpia. No tenía persianas con lo q la luz por la mañana en verano te despierta. El desayuno era opcional. Lo cogimos por 10€ y fue bastante decepcionante. No compensa. Fruta poca y tienes q elegir una, embutido cutre y escaso ( una loncha de jamón york y una cuña de queso por persona) y el yogur me recordó a los q me daban en el colegio. Es mejor ir a desayunar a otro sitio, lo malones q no hay opción.

El hotel era muy cuco. No obstante, deberían mejorar la información previa que te dan a la hora de reservar, así como la información del hotel en si mismo, como por ejemplo que no el pueblo no hay nada de nada, obligándote a coger el coche si quieres tomar algo o cenar. Ellos tienen "restaurante" pero sólo para un menú con unos platos a elegir y un precio de 30 euros. El desayuno está bien, recomiendo el bizcocho. La piscina estaba sucia y cuenta encontrarla, lo bueno, que está abierta 24h

Habitación grande, pero con mobiliario antiguo y un poco estropeado. No tenía armario, solo un escritorio antiguo donde meter las cosas. Estaba en otro edificio apartado del hotel. El spa está muy bien, con sauna, baño turco, hidromasaje... aunque como estábamos en otro edificio, tenías que recorrer la calle hasta el hotel y después subir bastantes escaleras hasta llegar. Tampoco había señalizado ningún cartel de donde estaba el spa. El Wifi bastante mal, no conecta bien. La cena estuvo muy bien, todo rico. Aunque al final se pusieron a colocar las mesas del comedor para el desayuno sin que hubiésemos terminado. El desayuno, lo venden como buffet, pero era una carta para elegir una opción de cada cosa. Bastante flojo. La ubicación buena, ya que está cerca de Atienza y Sigüenza. Interesante las salinas que están cerca y se pueden ir andando desde el hotel.