Hotel la colina en Geria

Magnífico sitio para almorzar en el camino.

Buen hotel de carretera para pasar la noche por temas trabajo

Hemos parado a comer, y aún estando los comedores llenos nos han servido bastante rápido, amables y la comida muy bien. Volveremos a parar la próxima vez. Gracias 👍🏻

Comida de la cafetería excelente, con amplias y cómodas

Suelo ir una vez por semana a desayunar depende del turno que te toque pues es bien o es un mal tienen un camarero que no se empana de nada la camarera majísima muy atenta encantadora otra pega que puedo poner que la plaza de discapacitados no está homologada precisamente hoy me ha tocado entrar al coche por la puerta del copiloto

Solemos parar para comer algo cuando venimos de Ávila.

Habitaciones normales de un hotel de carretera. Para las camareras de la barra fuimos transparentes durante bastante tiempo

Buen servicio y todo muy bueno 👌

Hemos parado hoy a desayunar y ni te Dan los buenos días( minimos de educacion).las 2 mujeres que estaban en la barra muy siesas.el desayuno muy bueno.

Situado en la autovía A-62 en la desviación hacia Geria (entre Tordesillas y Simancas, lo mismo da en un sentido que en otro, ya que hay paso elevado). Es un hotel que dispone de comedores amplios y varias terrazas. Es un clásico de carretera, no esperen comedores lujosos y con estilo. Tiene fama por su arroz con bogavante. Para seis personas venían tres bogavantes de tamaño medio, arroz al punto y de buen sabor. Cada ración de este plato sale a unos 22€/persona, lo que es un precio muy razonable aun sabiendo que el bogavante no va ser del Cantábrico. La raciones son muy abundantes, se presentan en un gran perol de barro para que termine de hacerse en la mesa y cada uno consumo el arroz a su gusto (más o menos caldoso). Por lo tanto elijan un primero con moderación mientras llega el arroz (una media hora). Nosotros pedimos una ración de cecina y queso. Los postres son los habituales: arroz con leche, la famosa leche helada de Tordesillas, helados de lotus y flan; con los cafés y dos botellas de Rivera fueron 215€ (36€/comensal) un precio adecuado a la recibido. Merece la pena disfrutar después de las terrazas exteriores que miran al Duero.