Hotel Iru Bide en Lumbier

Mi experiencia fue agridulce, mucho tiempo de espera ,de lo que yo pedi raciones mas bien escasas,la ensalada de langostinos con pastel de changurro,pues creo que faltaba en pastel,pedi una jarra de agua, que entiendo que la tienen que sacar,y nos dicen que no. La próxima probare otro sitio

Hemos estado comiendo el menú del día Me ha sorprendido que en el menú de 25€ solo entraba el vino(estaba botella abierta) y agua(jarra del grifo con hielos) He pedido una Cocacola y me han dicho que no entraba La comida la verdad...Muy buena

Una pena que una comida tan buena quede deslucida por un servicio claramente sobrepasado

Comida y lugar muy bien, el servicio, lento y ambiente ruidoso, es un sitio de paso moteros o visitatntes vacaciones (fue nuestro caso) un lugar donde volveríamos Comida muy buena, calidad/precio correcto

Buenas comida y servicio a buen precio

Toda la vida he pasado por delante de este restaurante pero nunca había tenido ocasión de probarlo, la experiencia en una celebración de 70 personas, agridulce, porque supongo que ese día habría fallado alguien de personal y por eso se dilató todo. Sentados a la mesa a las 14h llegó el vino y entrantes a las 14:50, pero el primer plato salió a las 15:29 de forma que terminamos entre las 17h y las 18h una comida que como mucho para la hora que empezamos tenía que haber finalizado a las 16h. Comida riquísima salvo un pero: El cordero asado, quizás por ese problema y retardo llevaba ya demasiado rato hecho para la hora que salió. Quienes pidieron solomillo, clavado en el punto que pidieron y delicioso. Un detalle a resolver: para las personas mayores los aseos bajando escaleras son un problema, quizás podía hacerse un aseo (taza y lavabo) al mismo nivel para estos casos, o hacer un aseo adaptado en alguna parte de planta baja e indicarlo. Pienso que el entrante de jamón podía haberse puesto al poco de sentarnos y así haber entretenido el hambre. Volveré para probar los pinchos del bar, que tiene una terraza muy agradable y buenas reseñas. Sitio muy agradable aunque este día en concreto se me fastidió un poco.

Sin duda una de las reseñas más agridulces que he puesto jamás. Durante una ruta en moto por la zona, paramos a desayunar en dos ocasiones en este establecimiento. El primer día tardaron en atendernos pero eran solo dos personas tras la barra, así que se entiende. Bueno... también hubo un poco de eso que suele pasar en los sitios donde la clientela es la de siempre y llega uno que no conocen, que entre conversación con uno y tomar nota a otro, a veces hay despistes y si no eres un poco "avispao", se te cuela uno de los de siempre. Así que nada, esperé pacientemente, pedí mis tostadas y un trozo de esa tortilla con jamón y all-i-oli tan rica que tenían en la barra, y que hacía tan buena pinta. El chico que me atendió, súper bien a pesar del estrés que llevaba y de ese pequeño contratiempo de la espera. Mi compañero se pidió un bocata de Lomo y le encantó el pan, el sabor y la textura del lomo.. lo disfrutó como un niño pequeño, en resumen. Así que al día siguiente decidimos volver ya que nos sentimos bien tratados y nos gustó la comida. Lamentablemente en esta segunda ocasión no corrimos tanta suerte pues al llegar estaban atendiendo a dos personas, dije buenos días, me vieron, me contestaron, y tras ello empezó a entrar gente y empezaron a tomarles el pedido antes que a mi. (No sin tardar también bastante pese a haber en esta ocasión, hasta 4 personas tras la barra). Me sentí completamente fuera de lugar y no entendía por qué, si me habían visto cuando sólo había dos personas dentro, a nadie le pareció raro atender a 3 personas más sin tomar nota a alguien que ya llevaba un rato apoyado en la barra esperando a que le atendieran. Acabé tomando la decisión de marcharme sin consumir y nos fuimos con esa sensación amarga de cuando no sabes si ha sido una mera casualidad, si ha sido porque los foráneos pasan a segundo plano (Cosa que me extrañaría mogollón, porque el restaurante también es hotel, así que esto no tiene mucho sentido porque también viven de los que vamos de pasada) o que aquel día tocaba que pasara, sin más. El caso es que nos quedamos con ganas de disfrutar otra vez de esa tortilla y de sus bocatas, y que la próxima vez que vaya por la zona no se si pararé allí a darles otra oportunidad o ir directamente al camping, donde también nos comimos unos bocatas espectaculares y nos atendieron como si llevásemos allí acampados desde que abrió el recinto. Sabe mal. Ya se verá.

Paramos un grupo de 17 moteros para comer un pincho y se demoró demasiado, el pincho estaba bien

El comedor muy amplio, limpio con manteles de tela y el personal muy atento y agradable. El problema es que esta en plena carretera y para subir al pueblo, te arriesgas la vida. Fuimos en un sábado, y no habia carta, solo menú de 40€ para todos, sin incluir la bebida ni el café. Los canelones muy buenos, la ensalada bien y el pulpo también bien, pero el rodaballo no te lo ponen limpio, tienes que limpiarlo y te ponen un plato para dejar las espinas. No me gusto. El personal atento y rápido. Sino reservas, no encuentras mesa, todo estaba lleno.

Excelente en todo. Para repetir sin dudarlo. Muy buenos platos, mejor calidad y buen trato. Me quedo con las ganas de haber probado distintos platos!