Hotel Candido Segovia en Segovia

El hotel es muy confortable y elegante.

Hotel clásico y señorial, habitaciones espaciosas y limpias. Dispone de zona de Spa. Poner un pero, un poco alejado del centro.

Hotel para celebraciones, por lo demás normal, nada extraordinario. El spa muy limitado, muy justito

Un servicio y atención A1, uno de los mejores hoteles de Segovia. Su administrador un hombre seguro y muy humano . Ojalá vuelva un día

La atención del personal buena todo bueno excepto en las noches en el piso dónde nos alojamos no pudimos dormir debido a que estaban unos niños jugando y el escándalo horrible nos quejamos en la recepción y nos dijeron que iban a tomar cartas en el asunto y nada siguio igual yo creo que deberían de tomar algunas medidas para que eso no suceda los niños son niños pero los demás quieren descansar en paz.

Hemos pasado un buen fin de semana, la habitación estaba correcta, limpia, la cama cómoda, las almohadas no tanto, un par más en el armario serían una buena idea, los desayunos que incluimos en la reserva están muy bien, comimos un día también ahí y el menú del restaurante esta muy bien en relación calidad precio. Señalar que he visto en muchas review que el hotel se ve viejo y que no lo hemos notado así, quitando los ascensores que pegan saltos cuando se usan, la puerta de entrada que se queda encajada y no giraba cuando llegamos o las luces que parpadean en los pasillos. Si pagas 250€ la noche te esperas algo mejor. Si no le damos mejor valoración es por el spa, que fue uno de los motivos de la reserva, ya no es que sea pequeño, que lo es, es que el tamaño del grupo de gente que meten cada hora lo hace muy complicado para disfrutar, sin entrar en la temperatura del agua que es bastante fría para tratarse de un spa. Si además te toca como a nosotros un grupo de señoras que estaban de cachondeo más que relajarte sales del spa cabreado.

He estado con mis hijos, este fin de semana en el Hotel Cándido y hemos tenido una experiencia inolvidable. Destaŵ

La carta es un poco pobre para un hotel de 4 estrellas, comí dos días, un día cochinillo y otro lechazo, el cordero bien pero el cochinillo frío

Un gran hotel. Cómodo, tranquilo, silencioso. Se come muy bien

La habitación tenía un retrato y todo el espacio, desde el pasillo hasta la habitación, estaba tenuemente iluminado. El hotel carecía de luminosidad y poseía una atmósfera inquietante; el viejo edificio tenía un aire siniestro y la energía que lo rodeaba parecía extraña.