Hotel Bahía Santander en Santander

Excelente hotel en una ubicación fabulosa. A un corto paseo de bares, restaurantes, el puerto, tiendas y playas. El Hotel Bahía es un excelente alojamiento para visitar Santander. Está a un corto paseo de la estación de autobús y tren. Nuestra habitación en la séptima planta tenía unas vistas fantásticas de la bahía. La habitación era espaciosa y limpia. El servicio de habitaciones fue rápido y a un precio razonable. Sin duda, me alojaría aquí de nuevo.

Magnífica cena en uno de los salones.

La cafeteria muy bonita y el servicio muy agradable. 10/10

Nada que objetar, servicio, habitación, restauración y personal muy profesional, lo recomiendo y volvería sin ninguna duda

Muy agradable, habitaciones superiores muy grandes, limpias. Vistas a la Bahia y Centro Botin. Lastima el colchón, era demasiado blando.

El Hotel Bahía goza de una ubicación céntrica inmejorable, como su nombre indica, en primera línea de mar. Tuvimos que cambiar de habitación al registrarnos, lo cual se gestionó con rapidez y profesionalidad. La habitación era espaciosa y cómoda, con vistas a la bahía. Un ascensor te lleva con el coche al estrecho aparcamiento. El desayuno (16,50 €) estuvo bien, pero si vienes más tarde, prepárate para encontrar una oferta reducida. Como es habitual en estos grandes establecimientos, solo tienen una máquina de café que funciona para todo el comedor, y, por supuesto, funciona a paso de tortuga. Un día intenté desayunar tarde, pero fue imposible. Tienen a los camareros más maleducados del mundo, que simplemente gritan en español y se van. Como tampoco había carta, no pude señalar el pedido. Un completo desastre. En estos lugares rara vez falla el hardware; casi siempre es el software. El personal de la cafetería necesita urgentemente formación en atención al cliente y que le expliquen de dónde proviene su salario.

Habitación muy amplia y vistas preciosas. Desayuno muy competo, faltan tartas eso sí, pero el jamón y el salmón ahumado buenísimos. Ubicación estupenda en pleno centro, muy bien comunicado.

La máquina de café podría mejorar, aunque el desayuno es bueno.

El hotel está situado justo al lado de la catedral. Aparcar en Santander es casi imposible, así que considere usar el servicio de aparcamiento del hotel. El personal de recepción fue muy amable. Teníamos una habitación enorme en la décima planta con vistas a la catedral. Pudimos dormir con la ventana abierta hasta que el canto de las gaviotas nos despertó por la mañana; estaba muy tranquilo. La cama podría haber sido más grande, pero era muy cómoda, al igual que las almohadas. Todo estaba impecablemente limpio. La ubicación del hotel es perfecta para visitar el casco antiguo y pasear por el paseo marítimo. En resumen: un hotel realmente bueno y muy recomendable para visitar Santander.

Excelente en todos los sentidos