Hostel Cañaveral en Cañaveral

Uno de los mejores albergues en los que me he alojado. Decorado con buen gusto, excelente colchón y presión de agua. ¡Incluso un granero para nuestras bicicletas! No pierdas la oportunidad de quedarte con este amable anfitrión.

Nos alojamos en la suite, dos adultos con un niño. Estaba todo limpio y con todas los servicios que uno necesita (toallas, cubiertos, ropa de cama...) La ubicación es perfecta para hacer una parada en caminos largos.

Somos 2 peregrinos del Camino De Santiago. Venimos desde más de 400 klm ( Lepe) en bici, nos hemos encontrarnos con este magnífico alojamiento en un pueblo pequeño. Hemos elegido una habitación con baño interior, y no le falta un detalle, como un apartamento ya que tiene su cocina con todos los enseres, limpieza total, donde lavar y dejar las bicis, recomendable 100 x 100. Enhorabuena Martin y su mujer por vuestro trabajo.

Atentos y cercanos. Habitación genial con aíre acondicionado.

Albergue con aire acondicionado. Las instalaciones están limpias y el dueño es amable. Hay un comedor en el primer piso, y solo tiene microondas y vajilla. Y hay una máquina expendedora para que puedas comprar bebidas fácilmente.

El hostal estaba abierto cuando llegué y el check-in se realizó principalmente mediante contacto de WhatsApp, que transcurrió sin problemas. El propietario es tranquilo, el hostal me parece nuevo y está muy limpio. Echa un vistazo al patio de abajo, que es realmente bonito.

Este alojamiento no tiene sentido a este precio. Tiene aire acondicionado. La topología es buena y hay una máquina expendedora en el césped de abajo. El propietario habla algo de inglés.

El albergue está dirigido por un joven muy amable que parece encargarse de todo. La limpieza es muy importante y se han tenido en cuenta todas las necesidades de los peregrinos. Hay una cocina bien equipada, cuchillos y tenedores, donde los transeúntes también lavan los platos, lo cual es muy agradable, una máquina expendedora con todo tipo de cosas: cerveza, agua, bebidas frías, una pequeña terraza donde poder sentarse cómodamente, un lugar para lavar la ropa, que por supuesto también es necesario, junto con un tendedero y también pinzas para dejar secar todas las cosas. También puedes comprar agua directamente en el Albergue por un módico precio, cosa que por supuesto hice, sobre todo porque todas las tiendas estaban cerradas. La ducha está limpia y es completamente suficiente, pero los huéspedes deberán limpiarla nuevamente con una fregona. Las camas chirrían un poco y, por supuesto, se oyen los ronquidos habituales, pero eso no molesta a nadie que tenga consigo los tapones para los oídos adecuados y luego pueda dormir. En general, el ambiente en el albergue es muy amigable, limpio y servicial. Respetuosamente, todo lo que necesitas está ahí. Una recomendación sin reservas.