Holabar en Bilbao

Sitio muy chulo, buen ambiente, buena atención y la verdad que la comida super bien, es caro más o menos cada plato cuesta entre 29 y 39 pero en nuestro caso la comida lo acompañaba,pluma y cordero super rico, carne blandita y perfecto cocinado, la ubicación también es buena muy cerca del centro, lo recomiendo

Muy buenos cócteles. Nos sentamos en la terraza y era preciosa, con muy buena música. Los platos estaban bien. El servicio fue neutral, no nos dijeron que la hamburguesa y el sándwich llevaban patatas fritas y nos pidieron más. 😢

Terracita acogedora con vaporcillos de agua para combatir una tarde de inferno en Bilbao. Buenas música y cocteles ricos

Recomendable,personal muy profesional y la comida excelente.

Muy rica la comida pero muy cara.

¡Un pequeño y acogedor bar en la azotea! ¡Una auténtica joya escondida! Se puede subir en ascensor desde un minipasillo. Tomamos un cóctel y estuvo genial.

Recomendable 100% encantada un buen servicio Eder,,mil gracias 😉😁

Celebramos nuestra boda allí en Marzo. En la terraza hicimos el cocktail de bienvenida y en el restaurante el convite. Nos dieron facilidades para reservar una zona para una actuación y otra para el photocall. ¡La comida estaba espectacular! Para organizar el convite estuvimos en contacto con Ana que fue muy profesional y flexible con nuestros requisitos. Gracias equipo Yandiola por hacer de nuestra boda un día tan especial ✨✨✨

La Terraza de Yandiola: donde lo difícil no es subir… es querer bajar. Hay sitios que te lo ponen fácil, y luego está la Terraza del Yandiola, ese rincón secreto que parece sacado de una escape room deluxe. Primero entras por un pasillito que parece que te va a llevar a un trastero, subes por un ascensor que no sabes si vas a una azotea o a Narnia… y ¡boom!, aterrizas en una terraza con vistas de postal al skyline de Bilbao. Aquí no vienes por el servicio (los camareros tienen una relación bastante relajada con el concepto de “atender”), sino por la música en directo, los cócteles bien presentados y la sensación de que podrías estar en Berlín, pero sin perder la esencia bilbaína. ¿Carta de cócteles? Muy top. ¿Café bien hecho? Más que aprobado. ¿Ambiente? Chill, adulto, con DJ en directo, sin niños dando vueltas (cosa poco habitual y altamente valorada). ¿Tumbonas y sofás para dejarte caer y mirar las estrellas mientras te tomas algo con clase? Pues sí, también eso. Lo mejor: puedes mantener una conversación sin gritar, sin empujones, sin prisas. Aquí el tiempo se estira, el momento se alarga y la copa sabe mejor porque no tienes que correr. ¿Lo recomiendo? Absolutamente. Eso sí, ven con GPS emocional porque entre el acceso laberíntico y los camareros en modo “modo avión”, necesitarás un poco de paciencia. Pero una vez allí, es muy probable que no quieras irte.

Estuvimos en un evento y en general, muy bien. El catering bueno, y el ambiente agradable