Hattori Hanzo en Madrid

Habíamos comprado alguna vez en panda coffee pero nunca nos habíamos parado a tomar algo. Así que decidimos probar aquí y la verdad que muy bien. Tienes que hacer cola porque hay que pedir antes de entrar (no pides sentado) en nuestro caso pedimos el Sakura latte y un par de trozos de tarta de nata y fresa que ya habíamos probado antes. Pero otro día que tengamos tiempo nos encantaría probar los fluffy pancakes. Vi como los hacían allí y tienen muy buena pinta! Eso sí, tardan en hacerlos como media hora y tienes que reservar porque a veces no tienen (ese día si tenían pero íbamos con una niña pequeña y se nos había hecho tarde para comerlos).

Fuimos a Panda. Estaba en mi lista. El lugar al entrar sorprende. Bastante normal nada que destacar. Incómodo las mesas

Panda Pâtisserie es una de esas joyas que te alegran el día desde el primer bocado. Cada visita es una experiencia deliciosa —todo, absolutamente todo, es exquisito. Mis favoritos son los fluffy pancakes, tan esponjosos y delicados que se sienten como una caricia al paladar. También he pedido tartas de fresa por encargo, y son una auténtica maravilla: frescas, equilibradas y tan bonitas como sabrosas. Se nota el mimo en cada detalle, desde la presentación hasta la calidad de los ingredientes. Un sitio que enamora y al que siempre quiero volver.

Sitio muy bonito para merendar, tartas muy ricas y muy amable la atención. Un poco caro para el tamaño que tienen los dulces.

Fue muestra segunda vez en este restaurante y no defrauda. Si va a ir alguien con movilidad reducida OJO porque no está adaptado. Además tienen dos tipos de mesa, unas con banco normal, y otras al nivel de una tarima que, aunque también el asiento es un banco tapizado, hay que agacharsenpara sentarse (las piernas quedan por debajo del nivel de esta tarima). Pedimos unas gyozas de shiitake y trufa, langostino en tempura, bao de pollo y de segundo barbacoa de wagyu, de beber una cerveza japonesa y un tinto de verano. Las gyozas nos supieron ricas, aunque quizá las esperábamos más sabrosas; el langostino buenísimo, muy fresco, al igual que el bao. La carne la traen con una brasa para que te la hagas cuanto quieras, y para aderezar tiene una salsa, setas y un bol de arroz por persona. De postre tomamos mochi de tarta de queso y de limón y nos hizo más gracia el de limón. No es un lugar para ir a diario por el precio (92€ el total) pero seguramente volvamos en nuestro próximo viaje a Madrid. Un servicio muy bueno, rápido y amable con comida de calidad.

muy buen trato de fran y carol !

Buen servicio y las bebidas muy buenas! La atención de Carol y Fran ha sido muy buena. El sitio es muy espacioso. Recomendable!

Todo muy rico y buen ambiente. Muy buen servicio de Fran y Carol.

El sitio muy chulo, Fran y Carol super atentos en todo momento.

Comida deliciosa en un lugar con mucho encanto, el servicio muy bueno, celebración de cumpleaños en familia y todo super bien