08/05/2025: Con mucha sorpresa hemos comprobado que con la modernización del restaurante Sensaciones dentro del Hotel Liabeny, ha desaparecido un espacio singular de los años sesenta (quedan muy pocos en Madrid). Un área acogedora por sus detalles, mobiliario, lámparas o iluminación interior, que hacía que te sintieras como en tu propia casa, perfecto para desconectar y pasar un buen rato disfrutando de una excelente comida y la tranquilidad de un buen entorno. Una decisión desacertada, porque se ha convertido en un ambiente estándar, vulgar, frío, sin intimidad en las conversaciones debido a la proximidad de las mesas y al ruido generado por la cafetería. Se han priorizado los desayunos de los clientes del hotel, en detrimento del servicio ofrecido a los clientes asiduos al comedor del restaurante. Solo compensa este desatino, el buen hacer y profesionalidad del personal que nos sigue atendiendo; José ( jefe de los maîtres), como Rafa y Ramón, que entre todos se encargan de coordinar y supervisar un magnífico servicio para que salgamos con una buena experiencia, pero también cuentan con las personas más cercanas de apoyo; Maribel (Caja), Iván, Carlos, Rafa, Michael…, que por sus cualificaciones, destrezas y habilidades empáticas, mantienen una atmósfera tan cordial, que los convierten en imprescindibles dentro de cualquier espacio de restauración.
08/05/2025: Con mucha sorpresa hemos comprobado que con la modernización del restaurante Sensaciones dentro del Hotel Liabeny, ha desaparecido un espacio singular de los años sesenta (quedan muy pocos en Madrid). Un área acogedora por sus detalles, mobiliario, lámparas o iluminación interior, que hacía que te sintieras como en tu propia casa, perfecto para desconectar y pasar un buen rato disfrutando de una excelente comida y la tranquilidad de un buen entorno. Una decisión desacertada, porque se ha convertido en un ambiente estándar, vulgar, frío, sin intimidad en las conversaciones debido a la proximidad de las mesas y al ruido generado por la cafetería. Se han priorizado los desayunos de los clientes del hotel, en detrimento del servicio ofrecido a los clientes asiduos al comedor del restaurante. Solo compensa este desatino, el buen hacer y profesionalidad del personal que nos sigue atendiendo; José ( jefe de los maîtres), como Rafa y Ramón, que entre todos se encargan de coordinar y supervisar un magnífico servicio para que salgamos con una buena experiencia, pero también cuentan con las personas más cercanas de apoyo; Maribel (Caja), Iván, Carlos, Rafa, Michael…, que por sus cualificaciones, destrezas y habilidades empáticas, mantienen una atmósfera tan cordial, que los convierten en imprescindibles dentro de cualquier espacio de restauración.