Gresca en Barcelona

Buena comida: sabores realmente equilibrados y menú interesante. Gran experiencia sentado en la barra, mirando la cocina abierta. Súper limpio y excelente servicio también, especialmente por parte de Nico.

Un excelente lugar..muy bien atendidos..muy recomendable!!!

Gresca se ha convertido en nuestro nuevo restaurante favorito de Barcelona!! Disfrutamos de cada plato, flipamos en colores con los sabores y todas las elaboraciones!! Lo recomiendo muchísimo y si puede ser en la barra en frente de cocina la experiencia es mil veces mejor!!

Reservamos el lugar con varios días de antelación. El personal es muy amable y conocedor. Todos los platos eran sabrosos especialmente. ¡Los sándwiches de bikini! Ofrecen una amplia selección de vinos naturales. Gran experiencia en general 👍🏻

La comida fue genial, 5 estrellas. Pero el servicio fue fatal, esperamos media hora desde que nos sentamos hasta que nos atendieran. Teníamos reserva desde hace 2 meses.

Solía ​​ser mejor. Solía ​​esperar con ansias el “sándwich de bikini perfectamente delgado” que ofrecían, pero esta última vez mi amigo y yo lo encontramos decepcionante, simplemente seco y no comestible: dejamos la mitad en el plato. Lamentablemente ya no está en mi lista de visitas en Barcelona.

(abril de 2024) se requiere reserva, así que evite el intento y luego la molestia de ser rechazado. se lo merece por la comida, de una lista de una veintena de platos habría que elegir 8/9 para compartir porque, como bien explican, son tapas. el servicio disminuye a medida que el lugar se llena, pero se mantiene a un nivel más que decente incluso durante los tiempos de espera. Consejo: es mejor pedir todos los platos inmediatamente para evitar esperas. en cuanto a bebida, buena elección por copa y una buena carta de vinos, muchos de ellos naturales. el plus de la cocina abierta se paga con un mínimo de humo pero las campanas extraen bien (no queda olor en la ropa). No hay que perderse: el "pollo a la brasa" y las "morillas rellenas de paloma torcaz".

Gresca es uno de los restaurantes más especiales de Barcelona; No fue fácil encontrar una mesa y recomiendo encarecidamente la mesa del chef (no pudimos encontrarla). El personal es muy agradable, todos conocen cada plato y lo que te puede gustar. ¡Todo lo que me recomendaron estuvo delicioso! Estábamos allí como familia por lo que no siempre es fácil complacer a todos; ¡Pero en Gresca todos estaban felices y llenos de buena comida! Definitivamente regresaremos; gracias👌🏻

Aprovechando un viaje de trabajo a Barcelona he probado la cocina de @restaurantgresca con el plus de haber disfrutado al cenar en barra del espectáculo de un servicio a tope con 4 personas cocinando , 5 camareros y el chef dirigiendo la orquesta en primera fila , llevando el orden de platos , mesas , raciones, medias raciones , peticiones de caprichosos o borrachixis,… ni un momento he mirado el móvil con tal espectáculo La cena me ha encantado, ya que permite jugar con medias raciones y probar muchas cosas . Estilo grastrotasca , respetando el producto , carnes a la brasa perfectas y picoteo muy 🔝. Empecé por una aparentemente sencilla gilda de Bacalao , muy sabrosa y con encurtido perfecto y suave ; seguí con un bikini de ibérico riquísimo , con pan muy fino . Como platos principales tomé unos guisantes con trufa , espectaculares de tiernos y sabor ; una codorniz a la brasa impresionante de punto , como esos pichones con el interior rosado y solo 4 huesecillos de las alitas ( otra cosa aparentemente simple que no lo es ) ; y una molleja de ternera para mojar todo el pan del mundo , en este caso con tomate De postre una torrija muy rica con un chocolate negro muy, muy bueno Gran cena y experiencia de vivir casi desde dentro el servicio . Volveré

Comida muy muy buena, cada plato es original, muy pensado, una pequeña creación. Al Gresca se va a gozar de la creatividad del chef, Rafa Peña, que tiene claro lo que quiere y lo que no. Abre tu mente pero no tendrás química, sino producto de primera y cocciones y elaboraciones de autor. No importa el local, pero ya cuando entras ves el ritmo que hay en la cocina, totalmente abierta y accesible, allí no hay secretos, hay oficio y actitud. Las raciones son pequeñas excepto en los principales, y los precios no son caros por la experiencia gustativa que vives. El equipo está encima y pendiente. Ambiente animado. Muy recomendable