Gresca en Barcelona

Todo riquísimo, especialmente la torrija.

Comida excepcional, pero servicio y ambiente mediocres. Nuestra experiencia culinaria se vio muy perjudicada por los camareros, que estaban más ocupados discutiendo que contentando a los clientes. Con la excepción de Diana, la camarera, que fue extremadamente amable, los demás hablaron mal de otros miembros del personal durante todo el servicio, lo cual fue muy desagradable para un cliente. La bienvenida fue apresurada, el ambiente era extremadamente ruidoso y había demasiadas mesas para un restaurante tan pequeño. Es una pena, porque la comida es de primera.

La comida estaba buenísima, nos atendieron super bien y nos gustó todo. Muy recomendable para ir en ocasión especial.

Bastante incómodo y cantidades insuficientes

Noviembre de 2025, Viajeros de EE. UU., cena de celebración Gresca aspira a ser diferente. Es un restaurante de alta gama (en cuanto a comida, precio y experiencia). ¡Imprescindible reservar! Cocina abierta: la gente trabaja duro, un lugar concurrido. ¡Cada plato era perfecto! El único restaurante con sumiller. El servicio fue de 8/10, acogedor y amable. Esta también fue nuestra comida más cara en España; nos dimos un capricho con el vino 🍷 y el filete (la sal le da un toque especial). Gresca fue una gran experiencia para nosotros. ¡Vengan con las expectativas correctas y disfruten!

Es un sitio acogedor pero bastante ruidoso. El servicio impecable, los camareros sonríen mucho y son muy agradables. El precio un poco alto en comparación a la cantidad de comida de los platos. Entre 4 personas cojes toda la carta y te quedas con hambre… Nos ha encantado la torrija. Lo que más. QUE NUNCA DEJEN DE HACERLA!!!

Se ha hablado mucho de Gresca como un referente en Barcelona, ​​fuera del mundo estrellas Michelin, por su estilo definido, originalidad, alto nivel de cocina, buenos productos y bien tratados, y muy buena propuesta vinícola. No creo que ninguna de estas cosas sea mentira, de hecho algunos de sus platos son icónicos, bastante impecables y en muy pocos restaurantes podrá encontrarlos, o al menos no a ese nivel. Pongamos por el caso el zorro y la codorniz, o algunas de las asaduras como los lechones, braseado en un punto perfecto y acompañado de salsas excelentes. Lo decepcionante es el trato de alguna de las trabajadoras, que parecen vivir en la superioridad moral y rascan el desprecio y las faltas de respeto a los clientes. Y no sólo una vez, sino reiteradamente a pesar de hacer el intento de congeniar. Pagando >80€ para cenar todo el mundo espera al menos un trato agradable. Pero quiero recordar que la atención del sumiller de acento italiano fue llana, cercana e interactiva. Otros aspectos mejorables me parecen el tamaño de las raciones considerando el precio de algún plato y los espacios excesivamente reducidos para hacer cabre demasiadas mesas. En resumen, platos de alto nivel, pero demasiado enmascarado por un servicio precario y un alto precio, que hace difícil recomendarlo como uno de los mejores con todo lo que puede ofrecer Barcelona.

Muy buen lugarcito en Barcelona. Los platos son muy auténticos. Vale la pena salde una vuelta.

Como persona local, este es uno de mis lugares favoritos en l'Eixample de Barcelona.

Repetimos, después de una muy agradable experiencia anterior regresamos. Confirmando la excelente cocina y servicio y pudiendo ademas constatar la excelente disposición y amabilidad extrema de la propiedad, prolongando la cocina ante la demora por un grave imprevisto de un comensal (cirujano) para ofrecerle la comida en punto. Muchas gracias. Repetimos y lo aconsejamos