Gomellano en Gumiel de Izán

Menu del día con muchos platos a elegir. Toda la comida muy muy rica y abundante. Salvo el gallo, pescado. No lo pidais. El precio para ese Menú genial.. por 20 € comes muy bien.. con postre, vino.. + cafe y chupito.

En el camino de regreso a los Países Bajos sólo bebimos capuchino dos veces y nos llevamos a casa un tarro de un kilo de miel de producción local por 16,00 € cada uno.

Bar de carretera "normal "para parar de viaje ...

Muy buen precio de todo. Comimos dos personas por 25 euros con postre y café. Recomendable si vuelves o vas de viaje y te pilla de camino

¡Hay ducha en el restaurante! Cuesta 2 €, ¡qué bien!

Comida riquísima y trato excelente. Nos hicieron sentir como en casa. Además, tiene una localización extraordinaria para no desviarse de la autovía. Volveremos

Especiales diarios sencillos y excelentes.

Cuando estás esperando y viene el de atrás y se cuela porque no tienen orden ni empatía con la gente, el bocadillo que me comí estaba rico, pero si hay gente como había en ese momento y estoy primero lo suyo esque nos fijemos..sino máquina de tickets.. con dos personas en la barra me parece poco y más ahora en verano que no sabían ni por dónde tirar.

Lo recomiendo como parada para comer en viaje. Los camareros muy amables.Comida casera, los platos son abundantes, y buen precio. El escalope estaba muy bueno y el arroz con leche... volveremos

Ayer fui con mi familia a comer y ha sido una grata sorpresa. Desde que llegamos nos recibieron con amabilidad, el comedor estaba lleno, aun así, todo fue ágil, sin esperas y eso para empezar ya dice mucho. Nos sentamos y al poco rato ya teníamos los primeros platos en la mesa. El servicio fue rápido, pero sin descuidar ni un detalle. Los camareros profesionales, cercanos, atentos y afables en todo momento con trato impecable al cliente. La comida, espectacular, los platos son abundantes y bien presentados, y se nota que el producto es bueno y está bien tratado. Probamos varios segundos: los filetes tiernos, las chuletillas en su punto, el pescado jugoso y con buen sabor, y la codorniz, una delicia. Todo bien cocinado, sin florituras, pero con gusto y respeto por el producto. Los postres muy ricos, además, el menú en general tiene bastantes opciones, para todos los gustos. En resumen: buena comida, buen servicio, y un ambiente familiar y agradable. Se nota cuando las cosas se hacen con cariño y profesionalidad. Sin duda, un sitio al que volveremos.