Ginkgo Restaurante & Sky Bar en Madrid

Una experiencia decepcionante para un local de lujo en una azotea Tenía muchas ganas de que me gustara Ginko: vistas espectaculares, un menú prometedor y el ambiente parecía el adecuado. Pero, por desgracia, la experiencia fue un fracaso en varios aspectos. Primero, el servicio del bar fue sorprendentemente decepcionante. Pedí su Martini Mediterráneo, un cóctel destacado en la carta, y me dijeron que no estaba disponible. Luego pedí un martini estándar —posiblemente uno de los cócteles más básicos que se pueden preparar— y me dijeron que tampoco lo tenían. Un amigo intentó pedir mezcal solo y se encontró con el mismo problema: no tenían mezcal. Para un lugar que se autoproclama un bar de lujo en una azotea, la falta de opciones estándar fue desconcertante, sobre todo teniendo en cuenta que llegamos justo cuando empezaba el servicio de cena. ¿Se les habían acabado los ingredientes antes de que empezara la noche? La cena no fue mucho mejor. Nuestra mesa pidió cuatro hamburguesas, todas con diferentes puntos de cocción, desde poco hechas hasta al punto. El camarero no nos preguntó cuál preferíamos, pero cada uno lo dijo claramente. Las cuatro hamburguesas estaban igual de hechas, casi poco hechas, y notablemente poco hechas. A una incluso le cortaron un trozo y lo dejaron en el plato, ¿supongo que en cocina para comprobar si estaba hecha? No es precisamente el nivel de presentación ni la atención al detalle que se esperaría aquí. También pedimos un tártaro de ternera que nunca llegó. Sin explicación, sin seguimiento, simplemente... no llegó. En resumen, Ginko es un lugar precioso, pero el servicio y la ejecución de la cocina dejaron mucho que desear. En el mejor de los casos, fue una experiencia de 3 estrellas; quizá mereciera la pena por las vistas, pero desde luego no por las bebidas ni la comida.

¡Yamil estuvo increíble! ¡El mejor! ¡Gracias por el increíble servicio en nuestra última noche! Regresaremos a Toronto, Canadá, mañana. 🙏🙏

Un lugar mágico y con un encanto único. La atención es increíble. La música, la creación de arte y los shows, hacen que los sentidos disfruten al máximo la experiencia.

El ambiente era muy bueno, con bailarines y música en vivo. La comida estaba bien, pero no estaba a la altura del precio. No tenía nada de malo, pero tampoco era nada especial. Pedimos principalmente carne y hamburguesas, y eran bastante simples (solo sal, sin salsa). El servicio fue un gran inconveniente… Esperamos 45 minutos por una botella de vino. Las guarniciones tienen un costo adicional y nos las trajeron con los entrantes, no con el plato principal. Parte de nuestro pedido aún estaba en preparación. Podíamos ver la comida en una pequeña mesa de centro junto a nosotros, pero tardaron otros 15 minutos en servirla, tiempo en el que tanto las guarniciones como los platos principales estaban casi fríos. Quizás fue una noche difícil para Agustín.

Una gran experiencia. Muy recomendable. La comida está buenísima y sobre todo el trato recibido de Amparo.

Sitio muy agradable, servicio estupendo especialmente Yamil. Muy muy recomendable, nosotros volveremos seguro.

La comida excelente el servicio muy profesional vistas inmejorables gracias a Pablo por su amabilidad y gestión del evento

Excelente servicio de Yamil, quien nos consiguió una mesa excelente en la terraza del Skybar con una vista maravillosa. Pedimos comida japonesa, que estaba buena, pero no excelente, aunque somos muy parciales. Reserven para comer afuera. Esperen en la barra si es necesario.

Hemos ido a comer en pareja, el trato excelente, la comida espectacular todo ello, en un muy buen ambiente; unas bonitas vistas de madrid. Repetiremos!

Sin duda una de las mejores terrazas de la ciudad. No es la más alta, pero si una de las que tiene mejores vistas al palacio real y el Madrid de los Austrias. Si puedes ir al atardecer a tomar algo, es impresionante. La coctelería es top. Nos atendió Jorge Barra, todo un profesional. He ido muchas veces, algunas fotos son más antiguas, pero la vista es la misma. Enhorabuena a todo el equipo.