Gelats Dino en Barcelona

Es un restaurante ubicado en una calle famosa de Barcelona. El sorbete de fresa estaba delicioso. Nos encantó tanto que se convirtió en uno de los lugares que visitamos dos veces durante nuestra visita a Barcelona.

Pedí la galleta Kinder Bueno Bianco con un poco de helado de coco. Estaba riquísima, y el personal fue muy amable.

Estuve aqui una noche de julio y he tomado una galleta con oreo y un poco de helado con leche merengata. ¡Todo fue muuuuuy bueno y gustoso!! Los chicos también muy gentil y sonriente. ¡Graciasss hasta pronto!

Fui a Dino Gelato y ¡estaba encantada! Pedí un sundae de pistacho y otro de tiramisú al limón, ¡ambos simplemente divinos! El de pistacho era increíblemente cremoso y tenía un sabor intenso, justo lo que se esperaba. El tiramisú al limón fue una auténtica sorpresa: un dulzor perfectamente equilibrado con un toque fresco de limón, perfecto para el verano. También tomé un matcha latte helado, maravillosamente suave y nada amargo, ideal para un refrigerio rápido. La combinación de helado de alta calidad y matcha bien hecho fue simplemente insuperable. El servicio fue amable y el ambiente relajado. ¡Una recomendación sin duda para cualquiera que busque un helado realmente bueno en Barcelona! 🍦💚

¡Excelente helado! Muchos sabores y excelente atención al cliente. Buenas porciones y buen precio. En general, lo recomiendo ampliamente.

Buenos bocadillos de chapata, la tortilla de patatas es con cebolla. Excelente.

Ricos, aunque son un poco caros…

¡Un helado delicioso y único! ¡Con mucho gusto otra vez!

Buena heladería en Poble Sec. Variedad de helados -no busques un gran abanico de sabores pero sí algo más que correcto- y buen sabor -sin llegar, para mí gusto, a ser top-.

Gelati Dino es uno de esos raros lugares que combina la auténtica artesanía italiana con un toque contemporáneo, ofreciendo una experiencia de postres tan memorable como deliciosa. Tanto si eres un heladero experimentado como si simplemente te gustan los dulces, Dino Gelato te recibe con los brazos abiertos y una impecable gama de sabores que refleja claramente la dedicación del equipo a la calidad, la pasión y la tradición. Desde el momento en que entras (o te acercas a uno de sus alegres mostradores si están en un mercado o tienda temporal), se respira una atmósfera alegre. El personal es amable, conocedor y entusiasta con sus ofertas, sin presionar, sino con la tranquila confianza que da saber que sirven algo especial. La gama de sabores de Dino Gelato es extensa y cuidadosamente seleccionada. Clásicos italianos como el pistacho, la stracciatella y la avellana se elaboran con una autenticidad notable: cremosos, sin ser excesivamente dulces, y con una profundidad que perdura en el paladar. El pistacho, en particular, merece una mención especial: tiene un sabor a nuez, un toque ligeramente salado e inconfundiblemente natural, sin ningún tono verde artificial. Pero lo que realmente distingue a Dino Gelato es su disposición a explorar opciones creativas y de temporada. Tuve el placer de probar un sabor a higos asados ​​y mascarpone, que estaba divino: afrutado, intenso y equilibrado. Su sorbete de limón es vibrante y cítrico, ofreciendo una alternativa perfecta sin lácteos que sigue siendo un capricho. Y para los más aventureros, hay sorpresas ocasionales como chocolate negro con chile o palomitas de maíz con caramelo salado, todas elaboradas con ingredientes de primera calidad y una auténtica imaginación culinaria. Dino Gelato logra la textura esquiva que buscan los verdaderos amantes del helado: sedoso, denso sin ser pesado, y servido a la temperatura perfecta. No se deshace en un charco al salir, pero es lo suficientemente suave como para disfrutarlo al instante sin necesidad de esperar. Es evidente que su técnica es refinada y consistente, sello distintivo de un equipo que domina su oficio. El servicio al cliente en Dino Gelato es tan satisfactorio como el propio helado. El personal siempre está dispuesto a ofrecer muestras con una sonrisa, explicar los ingredientes a quienes tengan dudas dietéticas e incluso recomendar combinaciones de sabores según sus preferencias. Su actitud es cálida y genuina; se siente más como si lo estuvieran recibiendo que simplemente sirviendo. Ya sea servido en un cono de waffle recién hecho, un vaso de papel reciclable o una tarrina para llevar, Dino Gelato cuida la presentación. Los conos son crujientes, los vasos son ecológicos y el helado se sirve con cuidado y un toque de estilo. Incluso su imagen de marca —limpia, sencilla y encantadora— le da a toda la experiencia un toque refinado sin perder su esencia artesanal. Otro aspecto encomiable de Dino Gelato es su inclusividad. Ofrecen una amplia gama de opciones sin lácteos, sin gluten y veganas, todas claramente etiquetadas y nunca tratadas como algo secundario. Ya sea que tengas necesidades dietéticas específicas o simplemente quieras un sorbete de fruta, te sentirás atendido en lugar de marginado. En un mundo lleno de imitaciones de postres y helados excesivamente dulces y de producción masiva, Dino Gelato destaca por su frescura (y delicadeza). Es un lugar donde la tradición se fusiona con la innovación, donde la calidad nunca se compromete y donde los clientes son realmente apreciados. Ya sea que tomes una bola rápida en un día de verano o lleves a casa un envase para compartir en familia (o quedártelo solo, sin juzgarte), Dino Gelato siempre te ofrece alegría, cucharada a cucharada.