Gastrobodega Martín Berasategui en Rueda

Era nuestra primera vez allí. Simal o bien, lo podrás deducir de mis comentarios. Nuestra llegada al restaurante fue divertida. Nos perdimos entre tanto pasillo. Con razón el restaurante está en una zona que llaman laberinto... Elegimos el menú degustación y he de decir que solo me arrepiento de no haber ido antes. Excelente presentación, estética atractiva y lo más importante llena de sabores de antaño y nuevos que nos hacían pensar que cada plato era mejor que el anterior. A destacar: el ajoblanco, el hornazo, la merluza y el escabeche de la trucha!!! Y los postres, geniales. Y todo ello regados con ricos caldos de la bodega Yllera. El trato del servicio, un lujo. Muy atentos a cualquier situación y haciéndonos sentir especiales. Recomendable al 100%.

Excelente restaurante, pero lo que realmente lo diferencia es el servicio. Espectacular la atención recibida por Luis y sus compañeros. Gracias por hacer que la gente se sienta única y vivir con tanta pasión vuestro trabajo. Enhorabuena y gracias

Restaurante que merece muchísimo la pena.El menú degustacion muy bueno, no sabría escoger un plato porque estan todos a la misma altura incluso los postres, de hecho uno de los postres ha sido uno de los mejores que he probado hasta el día de hoy. Los petit fours muy cuidados .Me gustó la selección que me hicieron de vino por copas.El restaurante es precioso y muy acogedor.Servicio amable y eficiente. Totalmente recomendable.

Arrope es un lugar verdaderamente especial. Su ubicación es simplemente mágica, perfecta para disfrutar de una experiencia única. Desde que llegas, el personal te hace sentir como en casa: amables, atentos y con una dedicación impecable. Cada detalle está cuidado al máximo, desde la presentación hasta el sabor, y todos los platos estaban riquísimos. Fuimos en pareja y nos encantó la experiencia: una auténtica experiencia sensorial en todos los sentidos. Sin duda, una experiencia que merece la pena ser vivida.

Espectacular experiencia, lugar mágico, el personal y la puesta en escena impecables, disfrutamos de un menú degustación divertido con maravillas gastronómicas. Totalmente recomendado.

Fuimos a celebrar toda la familia, éramos 15, las bodas de oro de mis suegros; 8 adultos y 7 niños; hicimos primero la visita a las bodegas, muy amena y después pasamos al comedor; que hay que coger el ascensor para descender, decorado con mucho gusto; estuvimos en una sala nosotros solos, la atención, espectacular, disfrutamos mucho tanto los mayores que tuvimos un menú degustación de 7 platos, a casa cual más bonito y sorprendente y los niños que tuvieron también su aperitivo y lomo de ciervo, tiernísimo, con patatas. Tuvieron el detalle de sacarles una tartita con una vela, maravilla. Una buenísima experiencia.

Una experiencia para repetir. Comida y servicio de 10. Productos del territorio tratados con mucho cariño en un entorno inigualable. No se puede pedir más!!

Experiencia maravillosa, servicio impecable, en unas bodegas espectaculares. Pedimos el menú degustación y nos encantó. Fuimos con un comensal en silla de ruedas y totalmente acondicionado para el. Muy recomendable!

Una auténtica maravilla gastronómica. Disfrutamos de un menú degustación en pareja, en el que cada plato era una sorpresa y una explosión de sabores. Combinaciones que nunca habría imaginado, perfectamente equilibradas y presentadas con una elegancia impecable. Optamos por no hacer el maridaje completo ya que teníamos un viaje después, y nuestro camarero, Luis, supo adaptarse con gran profesionalidad, acompañando cada plato con vinos seleccionados con mucho acierto. Al saber que ya habíamos hecho la degustación durante la visita a la bodega, nos ofreció vinos distintos, lo cual fue todo un detalle que sumó a la experiencia. Luis nos explicó cada plato con atención y detalle, y en todo momento nos sentimos cuidados con un trato cercano e inmejorable. Sin duda, una experiencia totalmente recomendable.

Pedimos el menú largo de degustación y he de decir que fue todo un acierto. Impresionante lo bueno que estaba todo. Muchos platos nos sorprendieron y te quedas con ganas de repetir pero no te quedas con hambre. Muy bien atendido y el entorno inigualable, merece la pena desplazarte.