Francisca en Madrid

Las veces que he ido, nunca me ha defraudado. El lugar bien situado cerca del Palacio Real, tiene el encanto del Madrid antiguo, con un ambiente cálido y música de Jazz de fondo. La comida toda está exquisita. Y que decir de Carmen... Te dedica tiempo igual que a sus platos. Te explica el proceso que ha llevado cada uno de ellos y es una buena conversadora. Apasionada de la gastronomía, del cine y del teatro. Muchas gracias por tu hospitalidad.

Hoy hemos vivido una maravillosa experiencia con Carmen. Que buena atención, por favor ordena el bacalao a la viscaina, y a la portuguesa. El ambiente además con una música de jazz. Este restaurante es una joya escondida cerca del palacio real.

Excepcional, el bacalao sublime y Carmen un amor. Repetiremos sin duda. Estos restaurantes no deben desaparecer nunca de Madrid, tenemos que cuidarlos.

Pedimos varios platos, todos para compartir y estaba todo buenísimo, con mención especial a las pencas de acelga rellenas, las albóndigas y el Rioja de la casa que no conocía y estaba buenísimo. Y como no mencionar la simpatía de Carmen, la propietaria.

Excelente comida y ambiente. ¡El bacalhau fue simplemente increíble!

Ayer, a las 14:30 horas, tuve la sensación real de regresar a la infancia y a mi vida culinaria extinguida en junio de 2014. Conocer a Carmen y su cocina excelsa donde priman productos y elaboraciones de primerísima calidad, fue como volver a reencontrarme con mi abuela Inés y mi tía Adelaida, cocineras excelentes en los fogones de sus hogares, que durante tantos años deleitaron mis papilas gustativas. Da igual el plato que se pida (croquetas de jamón y puerro, pimientos asados con ventresca de atún, chistorras, albóndigas carvahlo, bacalao al pil pil y conos de crema y salsa de frambuesa fueron nuestras elecciones), en todos priman la calidad, el cariño y el amor en sus ejecuciones. Así que no me queda más remedio que darte las gracias, Carmen, por el trato dispensado a mi familia, por mantener un local que respira autenticidad y por darnos de comer a la gente del pueblo, delicias propias de dioses. Mucho ánimo, mucha fuerza y mucha suerte, que no hay dudas de que las mereces. Espero volver pronto a Madrid para visitarte de nuevo. Manuel Brito Romero.