Foc i brasa en La Vall d'Ebo

Super buena gente y todo super bueno. Gracias por todo.

Hemos estado viendo la cueva de Rull y muy cerca está este restaurante. Tiene unas vistas espectaculares. Hemos comido genial y muy casero. La atención de la dueña, una chica joven, ha sido estupenda. Sin duda para volver si estamos por la zona y muy, muy recomendable.

Si estás buscando una experiencia gastronómica de 10 en un entorno tranquilo y acogedor, Foc i Brasa es sin duda la mejor opción en Ebo. Los platos tienen una cantidad más que generosa, perfectos para quienes disfrutan de una buena comida sin quedarse con hambre. La carne es de primera calidad, con cortes gruesos y bien seleccionados, muy lejos de otros lugares donde los filetes suelen ser finos y sin sustancia. Aquí, cada bocado es un placer. El servicio es otro punto fuerte: los camareros son amables y atentos, lo que refuerza el ambiente familiar que se respira en todo el local. Además, la decoración es encantadora, con un estilo rústico y cuidado al detalle, lo que junto con la limpieza y el orden impecables del lugar, te hace sentir como en casa. Y por si fuera poco, la ubicación es un auténtico lujo. La terraza ofrece vistas espectaculares a los campos y montañas que rodean el pueblo, lo que añade un toque especial a la comida, ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza. En resumen, Foc i Brasa es un restaurante donde todo, desde la calidad de la comida hasta el entorno, es de 10. ¡Totalmente recomendable!

Muy muy recomendable. Probad la olleta de blat picat!! Os sorprenderá

Vale la pena el viaje, sitio con comida casera, trato muy amable, gente con ganas de trabajar, volveremos seguro.

Hemos vuelto después de un año y medio y seguimos igual de satisfechos. Un poquito de retardo entre primeros y segundos pero ¿a quién le importa estando en medio de los valles? Desde el allioli y los frutos secos del picoteo hasta la deliciosa tarta de queso, todo, absolutamente recomendable, por eso me cuesta entender algunas reseñas absurdamente negativas. Que en los pueblos de interior se encuentran auténticas joyitas gastronómicas todos lo sabemos, y apoyar a lugares tan castigados como la Vall d'Ebo es casi casi obligatorio. 😉 El personal sigue siendo profesional y atento.

E-s-p-e-c-t-a-c-u-l-a-r......reservamos y nos atendieron muy amables..fuimos con una persona vegana.. Gran dia de comida con la familia...la olleta sublime...super ración..repetimos sin problema...no tienen menú vegano explicito, (quizás sería interesante alguna pequeña opción para los veganos) ,pero nos solucionaron todas la comandas sin mal gesto y con una sonrisa...genial el señor de las brasas y todos los que nos atendieron...un servicio como en familia..en una hora y cuarto ya habiamos comido..y eso que estaba lleno...nos hinchamos de olleta, pero es que nos encanta...la proxima vez atacamos a la carne a la brasa, después de una olleta por supuesto...volveremos otra vez sin duda..desearles salud y alegria a todos los componentes de ese gran grupo familiar..gracias por hacernos sentir como en el comedor de casa...

Local en una ubicación privilegiada, recién reformado, con vistas al valle y personal atento y amable. La comida muy rica, casera, de temporada, y con un buen tamaño de raciones. El punto de la carne genial. Postres caseros muy ricos. A mejorar, que haya carta física, porque te la "cantan", pero es de agradecer poder ver los precios, etc. Volveremos seguro. Gracias!!

Local situado en un pequeño pueblo muy acogedor y con excelentes paisajes. La decoración es muy agradable y confortable. La atención al publico ha sido excelente. Como cortesías han servido una bandeja de pan con allioli. En cuanto a nuestra visita, hemos tomado agua. Como entrantes hemos pedido: - Croquetas de boletus. Han sido las mejores croquetas de boletus que he probado nunca. - Croquetas de jamón. Estaban buenas; un rebozado perfecto. - Salteado de alcachofas con ajos tiernos, jamón y chorizo. Como principal, el local siempre recomienda “Olleta de blat picat”. Un plato tradicional perfectamente ejecutado. En nuestro caso hemos pedido una parrillada para 2 personas que se formaba por: - Una morcilla, una longaniza y un chorizo. - Calabacín, pimiento rojo, cebolla y berenjena a la brasa. - 2 piezas de de panceta, 4 chuletas de cordero. - 2 medias patatas asadas. La calidad de los productos era muy alta y la ejecución de la cocina totalmente correspondida. De postre hemos pedido tarta de queso al horno, casera, con confitura de manzana de cosecha propia. Una auténtica maravilla. El precio fueron 59,60 en total. Recomiendo encarecidamente este restaurante. Y sin duda volveré para seguir probando su carta.

Excelente trato, lugar agradable con una buena relación calidad precio. Hacía calor y nos guardaron mesa en la terraza techada pero abierta y estuvimos muy bien. Probamos el plato de la casa Olla de Blat, una especie de cocido con judías pintas y granos de trigo, buenísima. Ideal para cuando volvamos en invierno. La parrillada bien para dos si no tomas nada especial delante, pero para más si pruebas sus entrantes. Todos estupendos. La tarta de queso y el flan de café de diez.