Flash Flash en Barcelona

Fenomenal restaurante. Muy buen trato, muy buena calidad de comida y precios justos. Esta genial para ir con amigos o familiares. De ahí sales y vas a tusset de cachondeo.

Hacía años que no iba y sigue estando muy bien

Todo, todo, delicioso. El local, chulo, como siempre. Quizás un poco de alegría en la camarera no haría daño. Precio correcto

uno de mis sitios favoritos! Carla nos atendió genial, nos dio recomendaciones y fue muy amable!

Soy nacido a 200 metros del local. Estuve en la inauguración y he sido cliente toda la vida con momentos importantes de mi vida pasados ​​en Flash He conocido a todo el personal que ha estado atendiendo, con un recuerdo especial y cariñoso por el sr. Soría con lo que tengo fotos de recuerdo. Ayer (12-11-25/ 17:00h) me llevé un disgusto, la persona que atendió en castellano con acento sudamericano me trajo una carta en catalán con los platos del día en castellano, al preguntarla cómo es que era así en lugar de decir, "ha sido un error" o trasladaré la observación diciendo "DA IGUAL". Tal vez, deberían informar a su personal extranjero, de la especial sensibilidad de los catalanes, muchos clientes fieles de Flash, hacia la lengua de la tierra donde están ganándose la vida. Seguí hablándola en catalán, pero con una tensión evidente en el trato, puede ser como castigo y ni siquiera se disculpó. No dejaré de ir a Flash a menos que en próximas oportunidades vuelva a sentir discriminado por querer la carta toda en catalán y que sienta, que hablar catalán molesta. Espero que no sea así de corazón.

Lo escogimos, principalmente, porq la cocina no cierra. La tortilla de queso y trufa, y de patatas con ibérico, muy buenas. La tarta de limón, muy rica tb. Es un local de decoración peculiar. Cómodo. Muy rápido, el servicio. El precio, 50€, para dos. Esto incluye 2 vinos y 1 cerveza y todo lo anterior. Nos resultó barato.

Un lugar muy auténtico con los mejores tortillas de la ciudad. No se puede reservar, hay que esperar, pero merece la pena. Los platos calientes están realmente deliciosos y el ambiente es muy auténtico, con muy buena onda por parte del personal.

Un clásico de toda la vida. Interiorismo de diseño. Agradable ambiente. Reconocidas son sus hamburguesas.

Lugar especial, único, una Barcelona auténtica no turística. Precioso restaurante con una carta centrada en tortillas y una atención cercana, profesional y amable. Precios asequibles. No se puede pedir más. Zorionak.

Una tortillería en Barcelona que siempre recomiendo con los ojos cerrados. El servicio es excelente: rápido, atento y además el camarero tiene ese punto gracioso que te arranca una sonrisa aunque hayas tenido un día de perros. La comida es de 10, con mención especial a las ensaladas —frescas, sabrosas y perfectas para acompañar una buena tortilla jugosa. El sitio suele estar siempre lleno (¡por algo será!), pero la espera es corta y en nada tienes mesa. En resumen: buena comida, buen ambiente y un equipo que sabe cómo hacerte sentir bienvenido. Un sitio de barrio que nunca falla.