Ferretería by EGO en Madrid

Fuimos a tomar un aperitivo. Al principio pensamos que nos iban a clavar, pero al final fue más o menos como la media de precio. El aperitivo un arrocito muy rico.

Francamente muy bien, merece la pena la comida, el local....

¡Entre clavos anda el juego! En La Ferretería han logrado conservar el antiguo mostrador, los cajones donde se despachaban todo tipo de herramientas y combinarlo con una decoración moderna en una de las zonas más castizas de Madrid. Cocina de mercado con toques modernos. Un secreto: el steak tartar te lo preparan al momento y a tu gusto, ya sea que pidas en barra o en el restaurante. Bodega con referencias de todas partes de España, tanto por copas como por botella. Un sitio para ir si buscas algo sofisticado y con buena relación calidad precio cerca de Sol o el Barrio de las Letras.

En la época pre-covid solía acudir frecuentemente con mis amigxs. Buenos vinos en un sitio precioso, comida "de calidad" y muy buen ambiente, pero siempre abarrotado...

Comida de empresa en uno de sus preciosos reservados gracias a Pelayo uno de sus directores. La atención espectacular, dos platos por encima de todos. El rabo de ternera y el postre de chocolate con cacahuete. Gracias por una magnífica comida!

Mal servicio y mala relación calidad/precio

Excelente. la comida fue todo un lujo y el servicio muy profesional. En un ambiente intimo y tranquilo. Gracias

Un lugar muy bonito y agradable. La comida muy rica. Hemos pedido de picoteo y estaba muy bien. El servicio excelente. Espero poder repetir.

Restaurante que no te deja indiferente. Antigua ferretería muy bien ambientado, tranquilo y con un menú con platos muy bien presentados, de buena calidad. Servicio rápido, amable y eficaz. Probé el guiso de alcachofas, solomillo a la pimienta y de postre Madrid en un bocado. Totalmente suficiente y muy satisfecho. Para volver

Me pareció bastante curiosa la decoración del restaurante con esos armarios y los utensilios que había colgados y es que por lo visto antes hubo una ferretería del siglo XIX. Estuvimos en la zona de bar del restaurante, con mesas altas y taburetes. La carta es la misma que en la zona de restaurante. Pedimos lo siguiente: - Albóndigas de ternera sobre guiso de calamar - Tartar de atún con huevo de corral frito y patatas - 2 platos de zamburiñas gallegas a la brasa con holandesa cítrica - Chocolate gótico - Tarta de queso y tiramisú con toffee de café Todo estuvo buenísimo y el postre que tomé, la tarta de queso, deliciosa. Eso sí, las cantidades a priori no son muy grandes, por lo menos en los platos que pedimos, aunque compensado con el postre. Más allá de las cantidades, lo que tuvo en común todo lo que comimos fue que estaba buenísimo. El servicio fue rápido y la camarera que nos atendió, amable. Salimos finalmente a 106€. El restaurante es más que recomendable y espero volver en otras ocasiones.