Ferretería by EGO en Madrid

Hemos estado el sábado 13 de diciembre 6 matrimonios comiendo para celebrar las fiestas y solo puedo decir buenas cosas. La comida exquisita y con calidad, el servicio de 10, el lugar muy bonito, respetando lo antiguo pero integrando lo moderno. 100% recomendable.

Un poc demasiado agobio al entrar h hasta que te sientan, pero sitio espectacular y comida excelente

Este sitio era unos de mis favoritos en Madrid… pero últimamente me ha decepcionado. Pides platos de calidad como un buen solomillo pero te lo traen frío y seco, por último, el servicio muy poco atento la verdad, incluso pienso que han podido cambiar de dueños.

La comida está muy buena. Es una pena que el camarero que nos atendió dos días seguidos no fuera ni amable ni sonriente. Mejor reservar.

Tenía muchas ganas de conocer este sitio y no defraudó. Muy amables en la gestión de la reserva. El sitio en sí es todo un museo que merece la pena visitar. Ambiente tranquilo y un servicio de diez. Carta variada, sin grandes estridencias, pero muy cuidada. Sin embargo, los postres son especialmente sorprendentes, fuera de todo lo habitual. Un sitio para volver y totalmente recomendable. Enhorabuena

Excelente comida y buena presentación. El local con mucho encanto. Ambiente agradable. Trato amable y profesional. Seguro que volveré.

Tanto a mi acompañante como a mí nos ha encantado el sitio. La decoración y el ambiente son magníficos: desde la entrada principal, cargada de historia, hasta los saloncitos de la planta baja, muy agradables e íntimos, todo muy bien cuidado al detalle. Nos gustó especialmente encontrar albaranes y facturas antiguas de principios del siglo XX en la mesa, un detalle original y con mucho encanto. El servicio fue excelente: súper amable, atento y muy correcto en todo momento. En cuanto a la comida, todo estuvo a un nivel muy alto. La croqueta de cecina espectacular, el buñuelo de morcilla muy, muy bueno y los torreznos nos parecieron muy interesantes. Como platos principales pedimos el ragú de ciervo trufado, que me gustó mucho aunque, como pequeña crítica constructiva, la trufa apenas se apreciaba en sabor, y el solomillo de cerdo, que estaba realmente rico. De postre probamos uno de lúcuma y otro de cacao (helado de chocolate), aunque no recordamos los nombres exactos, y ambos nos gustaron mucho. En resumen, comimos estupendamente bien, el sitio es precioso, está muy bien montado y el servicio acompaña perfectamente. Volveremos sin duda y lo recomendamos.

Tartar de tomate 3/10. Servicio regular. Ensaladilla rusa 7/10. Croquetas 8/10. Agradable para ir a tomar una cerveza y un par de croquetas.

Ferretería era genial. La atmósfera era auténtica. El personal era genial. Las opciones de vino y menú eran buenas. Disfruté de la Corvina al cava con. No te sientas en la parte de "tapas" si reservas, pero sigue siendo un buen lugar.

Sobreactuado. Snob. Impostado. Te hacen sentir que te hicieran un favor sus graciosas majestades por dignarse a atenderte. Todo todo todo es pour la bourgeoisie. Las flores huelen muy bien, hay unos cuadros que se supone son cool, y un señor muy divo dirigiendo una coreo gastronómica insulsa y pretenciosa. Tuvimos reserva en el bar, pero….. amerita servilletas de tela, señores! Para usar de papel hay varios lugares más honestos! Los cubiertos de veras en un cubierto tipo fonda? 15 mozos rebotando entre sí todo para “hacer vista”. Croquetas normalitas con nombre rimbombante. Platos principales rodaballo y bacalao correctos pero muy lejos de ser un gran experiencia culinaria. Típico lugar de moda, donde mola más el nicho a ocupar q la real calidad de atender, servir y cocina.