Faena River Club en Sevilla

Este sitio ha sido un gran descubrimiento,tanto la ubicación como el gran servicio.

Tranquilo y relajado Hay que llevar productos para los mosquitos por su cercanía al río Nos entristeció que no tuvieran café ni infusiones No todos los que íbamos tomamos copas

Un lugar bastante agradable y el servicio por parte de Adrián fue excelente. No sentimos muy a gusto

Me hubiese gustado que estuviese más animado. Sitio bonito para tomar copas

Faena es un sitio ideal para disfrutar de unas copas al aire libre con unas vistas inmejorables al río y al puente de Triana. El ambiente es relajado pero animado, con buena música y un espacio muy cómodo, cuidado y bonito. La carta ofrece una gran variedad de opciones, perfecta para todos los gustos, y el servicio fue muy bueno, atento y profesional. Un lugar perfecto para pasar la tarde o comenzar la noche en un entorno con mucho encanto. Sin duda, para repetir.

Cada cóctel en Faena River Club es una experiencia única. El Negroni Faena me sorprendió con su intensidad y suavidad a la vez. La atención es impecable, y la vista al río le da un toque mágico a la velada.

me enseñó mi abuela el sitio y me dijo que no me arrepentiría, y así es

Descubri este sitio en Internet y es el lugar perfecto para tomar un café o un aperitivo lo recomiendo sin duda

Hay muchos restaurantes con buenas vistas, pero pocos logran que la experiencia sea impecable de principio a fin como Faena River Club. Desde la recepción hasta la despedida, cada momento fue un ejemplo de cómo debe funcionar la hospitalidad. La carta es variada sin perder identidad, con ingredientes de alta calidad y sabores que resaltan en cada plato. Sin duda, un espacio que eleva el concepto de cena junto al río.

Desde el momento en que cruzas la entrada de Faena River Club, sientes que te adentras en un mundo aparte. El ambiente es sofisticado pero acogedor, con una vista espectacular que complementa a la perfección cada plato servido. Probé el risotto de mariscos, y debo decir que fue una obra de arte: cremoso, con el punto justo de sabor y una presentación impecable. El servicio, atento sin ser invasivo, elevó aún más la experiencia. Definitivamente, un lugar para regresar una y otra vez.