Entre Dos Aguas en Toledo

Exquisito hotel boutique, destacar la acogida, comodidad de sus instalaciones, desayuno riquísimo, restaurante en el interior con cocina de autor. Lugar acorde a su mágica ciudad. Recomendable sin duda.

Creo que son los detalles los que hacen que un viaje sea memorable, y Entre Dos Aguas, más allá de su función como hotel, consigue añadir precisamente esos pequeños detalles que hacen que una estancia sea memorable. Por supuesto, como en muchas cosas, la diferencia la marca la gente. Me recibió la amable Sara, quien, a pesar de su corta edad, me explicó con maestría y precisión cómo la propiedad fue en su día la residencia del gran guitarrista Paco de Lucía, mientras me llevaba a una visita guiada por la magnífica estructura. Al hacerlo, me destacó la gran cantidad de servicios gratuitos disponibles para todos los huéspedes: la espléndida terraza con vistas a los tejados de Toledo, los salones donde se puede disfrutar de café de cortesía e incluso una guitarra a disposición de los huéspedes para que puedan intentar emular al maestro. Desafortunadamente, no pude disfrutar de las cenas dirigidas por el encantador chef Manuel, que cocina ante tus ojos mientras saboreas sus exquisiteces. No seas como yo y no dejes pasar esta oportunidad. Si crees que la verdadera experiencia se refleja en cómo gestionas los imprevistos, debes saber que la mañana de mi partida me di cuenta de que había perdido las llaves del coche. ¡Pánico! Por suerte, todos en el hotel me ayudaron a buscarlas y, al final, aparecieron, lo que me permitió continuar mis vacaciones. El único pequeño inconveniente es que, debido a la ubicación del hotel, en pleno centro histórico, no hay aparcamiento cercano; solo hay un aparcamiento público un poco más lejos. Obviamente, no es su responsabilidad, pero te sugiero que solicites un acuerdo especial con el aparcamiento para reducir un poco el coste. En conclusión, si vas a Toledo, elige Entre Dos Aguas sin miedo a decepcionarte, pero con la certeza de añadir una experiencia inolvidable a tu viaje.

El trato desde que nos recibieron hasta irnos fue excepcional, tranquilidad y la terraza es genial... El barman excepcional... Volveremos seguro.

Un fantástico lugar donde la vibración de las cuerdas del pasado Sanan a día de hoy en este lugar donde la memoria toca a dia de hoy con sus vibras el Alma, experiencia única

Aun nos falta un día para irnos pero hemos estado súper encantados la atención de Silvia Ana y Andrea de 10 encantadoras las tres los desayunos espectaculares la habitación súper tranquila y el trato exquisito y el pequeño restaurante que decir el matrimonio de José y Yoli encantadores y el menú fabuloso lo dicho una experiencia fabulosa hemos estado como en casa pero en Toledo

Estuve es este hotel un par de noches. Marzo 28 al 30 en un habitación para una persona. El servicio excelente, Andrea y Ana ( creo que así se llama la señora que sirve los desayunos) , las dos muy amables; hospitalizarles, atentas y muy amigables. El hotel es limpio, y lleno de tradición y arte flamenco. Lo recomiendo al 100 y yo espero volver algún día. Lourdes

Ha sido una experiencia maravillosa, este hotel es único, en todos los sentidos, te hacen sentir como en casa, incluso mejor! El edificio es precio, desde su patio, habitaciones, terraza, las vistas, ambientación. El personal maravilloso, super atentas, amables y cercanas. La habitación preciosa, la cama comodisma, se duerme super bien, tiene nevera, TV y equipo de música! Del desayuno no podemos opinar porque no lo probamos. Pero sin dudar diría que hay que ir una vez en la vida a este hotel, porque no te la un alojamiento al uso, sino que ofrece toda una Experiencia.

He de decir que es el mejor hotel donde he estado, y si eres músico (sobre todo guitarrista) lo disfrutas mucho más, es un sitio con magia, donde se puede disfrutar de todo. La habitación muy cómoda, espaciosa, con equipo de música, donde se duerme de gloria bendita. El trato del personal inmejorable, muy cercano y siempre dispuestas para ayudarte. La mejor experiencia que he tenido. Estoy deseando repetir.

AL llegar nos comentaron lo siguiente: ¨ES VUESTRA CASA¨, y así ha sido. Jamás he estado tan a gusto en ningún hotel, paraje, piso incluso casa de amigos. Muy familiar cercano... PURA FANTASIA. Solo tengo elogios y agradecimientos tanto para los dueños como para el personal. MUCHISIMAS GRACIAS POR HACER DE NUESTRA PEQUEÑA ESCAPADA UNAS HORAS ILIDICAS