Enigma en Barcelona

¡Otro restaurante con estrella Michelin que taché de mi lista! La decoración es muy minimalista y moderna, lo cual me encantó. Muy limpio, con un toque de diseño y una estética sumamente agradable. El espacio incluso huele como el vestíbulo de un hotel de lujo. La paleta de grises suaves es preciosa, y al entrar, te recibe el equipo de cocina y los camareros, lo que marca la pauta de inmediato. Enigma significa literalmente "rompecabezas" en español, y el concepto se basa en eso. Opté por no ver la carta, así que tuve que adivinar los platos/ingredientes a medida que salían. Sinceramente, ¡hizo que la experiencia fuera más divertida e interactiva! Nuestro camarero fue amable, atento y nos explicó todo sin esfuerzo. Lo más destacado del menú: - El gofre de queso parmesano era ligero, crujiente y adictivo. - La anguila ahumada tenía capas, era increíblemente tierna y tenía un sabor umami muy intenso. ¡Uno de mis favoritos de la noche! - El flan de foie gras me dejó alucinada y fue, sin duda, mi plato favorito. ¡Simplemente guau! ¡No lo entiendes hasta que lo pruebas! Gran parte del menú juega con texturas y contrastes de sabores. Es un concepto muy interesante y profundo. Aunque algunos platos resultaron un poco decepcionantes, la ejecución general fue de primera y la experiencia fue memorable.

Inexplicable como solo tiene una estrella y no tres, he estado en varios tres estrellas y muchos de una y esta a años luz de los segundos. Impresionante como usan un montón de técnicas pero el producto nunca pierde su protagonismo. Los cócteles muy top y lo mejor el equipo que nos atendió que vaya maravilla de personas ( Víctor y Malena ojala cuando vuelva me podíais atender de nuevo). La reseña es de mayo.

Restaurante donde prima la excelencia. No es necesario profundizar ya que es mejor vivirlo.

Acudimos el día perfecto, 26 de noviembre de 2025, justo el primer día que Enigma atesoraba su segunda estrella. Albert Adriá fue recibido entre aplausos de todo su equipo y entre los comensales se encontraba su hermano Ferran. La propuesta es fabulosa, de una ejecución impecable, conceptos bien pulidos y sin estridencias sensacionalista. Muy buenos vinos y un servicio excepcional. Sin duda una experiencia memorable

Visitar a Enigma no es simplemente ir a cenar a un restaurante. La experiencia trasciende la propia comida, que es excelente tanto por la creatividad, la calidad de los productos como por la ejecución magistral. El ambiente interior te transporta a un universo de fantasía. El servicio y la cocina se coordinan en una auténtica danza de precisión milimétrica que vale la pena vivir. Todo ello se completa con una atención al detalle y un trato amable, nunca farragoso. No es extraño que todo esto les haya merecido un sitio en la élite de los mejores restaurantes del mundo.

Enigma es toda una experiencia. Hemos visitado muchos restaurantes con estrellas Michelin, de una a tres, y aunque Enigma "solo" tiene una, el servicio y la comida son excepcionales. Nos impresionaron sus platos creativos y la explosión de sabores que crearon.

Celebré mi cumpleaños en Enigma gracias a una cena sorpresa preparada por mi pareja, y la experiencia fue absolutamente inolvidable. Desde el primer momento nos sentimos cuidados y mimados por un equipo de sala impecable. El servicio fue excelente, a la altura de lo que se espera de una estrella Michelin. Los platos modernos, innovadores y llenos de originalidad. Cada bocado tenía un sabor único y sorprendente, y se notaba la creatividad y el sello inconfundible de Albert Adrià. Fue una experiencia difícil de describir con palabras, de esas que se disfrutan con todos los sentidos. Enigma no es solo una cena, es un viaje gastronómico. Sin duda, una velada especial que recordaré siempre.

Vivi una gran velada. Escribí al respecto en mi blog, Algo Sibarita. Los invito a leerme. Fue una experiencia distinta, no es para todos los paladares. El staff hace toda la diferencia.

Fue una velada maravillosa. Desde fuera, el restaurante parecía discreto en una esquina de Barcelona, ​​pero por dentro era sencillamente impresionante. Cada plato del menú fue un auténtico placer culinario, toda una experiencia. El personal fue amable y atento, y nos explicaron cada plato con detalle. Gracias por permitirnos disfrutar de una velada tan estupenda.

Nuestro camarero era Lawrence Bacon, era muy explícito y descriptivo para cada plato. La comida era increíble tantos sabores y el plato era tan artístico. Me encanta toda la combinación de marisco y vino, .