El Serbal en Santander

El Serbal ha sido una experiencia gastronómica de primer nivel, totalmente digna de su estrella Michelin. Desde el primer momento, el ambiente elegante y las impresionantes vistas a la playa nos sumergieron en una atmósfera especial. Probamos el menú degustación, que fue una verdadera obra de arte. Cada plato sorprendía tanto por su sabor como por su presentación. Destacamos especialmente la presa ibérica al carbón con crema de zanahoria y quinche, servida sobre un plato que simulaba brasas encendidas —una experiencia sensorial única. También nos encantaron los juegos visuales, como el árbol dorado con bocados en miniatura que parecían sacados de un sueño. El servicio fue impecable, atento sin ser invasivo. El maridaje estuvo a la altura, con vinos perfectamente seleccionados que realzaban cada plato. Una mención especial al chef Ignacio Maese y al jefe de sala Rafael Prieto, cuya coordinación se nota en cada detalle. Sin duda, una visita obligada si estás en Santander y quieres disfrutar de alta cocina con un entorno inolvidable.

Simplemente increíble. Pasamos una velada especial allí.

Una experiencia brutal.La excelencia por bandera, merecida estrella Michelin, y con vistas a la playa del Sardinero. Todo es sorprendente a la par que delicioso. Escogimos el menú gastronomico con maridaje (94 euros persona) fue un acierto.Todo riquisimo, impresiona la version del cocido Lebaniego. Muy profesional el personal, te miman. Perfecto

Ayer estuvimos comiendo en este restaurante maravilloso con vistas al mar, he de decir que la comida como el servicio fueron excelentes. Amenazamos con volver, gracias por todo.

Maravillosa experiencia, increíble servicio, la vista es genial.

La mejor experiencia! Muchas graçias! Volveremos

Una experiencia de primera. El día que llegamos, la tarde fue tranquila; solo había dos mesas disponibles. El personal fue muy amable y profesional. Nuestra camarera hablaba un inglés perfecto. Este restaurante se merece sin duda su estrella Michelin; no le puedo criticar en absoluto. El menú degustación tiene un precio razonable para lo que recibes y cada plato estaba impecable. Mis favoritos fueron, sin duda, las gyozas, simplemente espectaculares. Los petit fours del final también fueron memorables. El petit four rojo, gelatinoso, tenía un aroma intenso y cautivador. También disfruté mucho de cómo usaron la decoración de la mesa para los aperitivos y los petit fours. La bandeja de pan es impresionante y hay una gran variedad de panes disponibles, además de dos tipos de aceite de oliva de cortesía. Al sentarnos, nos ofrecieron una copa de vino de la casa, lo cual nos pareció un detalle excelente. Mi única queja fue lo silencioso que estaba el restaurante; creo que hay que encontrar un equilibrio; sentí como si oyera caer un alfiler y eso fue inquietante. Volvería sin duda a cenar en El Serbal, hasta la fecha ha sido el mejor restaurante Michelin en el que he estado.

Experiencia increíble. Comimos el menú degustación con un maridaje de vinos y todo fue perfecto. La comida sencillamente deliciosa y la elección de los vinos acertadísima. La atención del personal de sala impecable. El comedor precioso con unas vistas impresionantes a la segunda playa del sardinero.

Increíbles todo los platos, Explosiones de sabor, déjense recomendar por los camareros de cómo tomar los platos, trato exquisito por parte de todo el personal, una 10 por nuestra parte

Excelente comida que supera su clasificación de Michelín. La mejor merluza que he comido, el helado de queso buenísimo. La atención inmejorable. Las vistas al Sardinero a la altura del restaurante