El Salon en Barcelona

Éramos 8 los que vinimos y nos hicieron sentir muy bienvenidos. ¡Una tarjeta muy bonita con precios muy razonables! ¡¡Un verdadero placer!!

Nuestra última noche en Barcelona, ​​así que busqué restaurantes en Google. Nos alojamos en el Habana Hoose a 5 minutos a pie. El ambiente era fantástico, al igual que el amable servicio. Fue nuestra mejor comida durante nuestra estancia. ¡El pato con zanahorias y patatas encima de una salsa de vino estaba para morirse! ¡Gracias por la maravillosa cena! Vino, crème brûlée, café rematado con violonchelo de limón. 😍

Lugar con mucho encanto en Barcelona. La comida fue excelente. El salmón estaba excelente y perfectamente sazonado. Las tapas también eran excelentes. El interior era un espacio muy bien cuidado.

¡Wow! Esto pasará como una comida memorable en nuestros viajes por el mundo. Empezamos con el plato de calabacín, tomate, anacardo. El condimento fue perfecto con especias suaves y excelente aceite de oliva. Mi marido tenía el confite de pato. Le encantaba. Yo como salmón probablemente tres veces a la semana y el salmón con plato Gorgonzola es uno que recordaré. Fue excelente. Una cosa que notamos fue el sabor de los tomates. Cenamos en marzo y los tomates estaban perfectos para el verano. Recomiendo encarecidamente este restaurante. Este es un chef y restaurante para ver.

Excelente comida y servicio del personal.

Muy rica la comida! Muy sabroso y los chicos que atienden muy amables!

Uno de los pocos restaurantes en el Gótico donde se sigue comiendo bien y te atienden bien. Se nota que hacen las cosas con mimo.

Normalito tirando a pretencioso Fuimos alentados por las buenas reseñas pero un poco chasco al final. De entrada el sitio es frio (literalmente) a punto de ponernos el abrigo porque esa puerta histórica con más años que matusalem no cierra y entraba un biruji desagradable. Los entrantes bastante mejorables y sosos, y sobre todo fríos! No se pueden servir unos raviolis con una salsa tibia o fría que hace que quede el plato desagradable. El queso que lleva encima no se atemperó ni derritió. Le faltaba un toque de horneado o similar. El milhojas te esperas otra cosa más que unas patatas panaderas con butifarra picada entre medias. Pero este plato lo mejoraba mucho la salsa de boletus (ceps). Los segundos que pedimos si estaban buenos, la lubina con ración generosa y bien hecha, y el solomillo con salsa de pimienta estaba rico. No era el mejor corte de pieza que me esperaba, pero la calidad de la carne si estaba buena. De los postres no puedo opinar porque no quisimos estar más tiempo allí pasando frío. El local por cierto muy oscuro, la iluminación es muy deficiente en todo el local. El detalle de ponerte una velita viene bien para calentarse las manos por cierto.

El lugar es acogedor, el precio correcto y el servicio eficiente. Todo lo que hemos comido estaba MUY bueno, recomiendo especialmente el humus de aguacate, ESPECTACULAR.

Local: Siempre es agradable, para un barcelonés, encontrar en una zona tan turística un remanso de paz para poder cenar tranquilamente con amigos. Local muy acogedor. Buena música a un nivel que permite tener una conversación agradable. Mobiliario ecléctico y cálido. Servicio: Muy amables. Serviciales. Platos a tiempo. Cambiaron platos y cubiertos para segundos. Comida: Carta muy variada: ensaladas elaboradas, carnes y pescados con toques diferentes. Ocho personas compartiendo unos primeros: tostas con jamón (1 ración y media), carpaccio de calabacín (1 ración) y milhojas de patata con butifarra del perol (1 ración). Cada uno un principal: 2 lasañas de setas y foie, 2 lubina a la donostiarra, 1 canelón, 1 solomillo, 1 salmón con gorgonzola y un atún fresco con verduras. Buenas elaboraciones y raciones generosas. Sin postres porque estábamos un poco llenos. Varios cafés, infusiones. 2 botellas de agua. 2 botellas de vino. 30 € por persona. Muy buena relación calidad-precio.