Bodega del Riojano en Santander

Es mi segunda vez en este magnífico restaurante y he traído a mi madre para pasar un momento inolvidable junto a ella. Pero el premio de todos los platos se lo llevo el Tar-Tar: Gracias al rey del steak tar tar (Steven)

Muy bien, aunque tiene poca luz en las mesas.

Un local con solera, la primera parte es la zona de bar con alguna mesa, y al fondo está el comedor bastante grande para la lo que parece el local, si no reservas es muy difícil que te den sitio en el comedor, nosotros tomamos algo en el bar, clásica comida típica, aunque la rabas me parecieron que no eran muy auténticas de Santander por lo demás, todo bien.

Comimos muy rico! Nos pedimos un pulpo que estaba muy bueno pero muy pequeña la racion, los gambones que estaban buenisimos, unas albondigas que estaban muy buenas! El arroz con leche buenisimo, el flan tambien y la tarta de queso buenisimo.

Soy de esas personas que no pone nunca reseñas, y hoy merece la pena. Estaba absolutamente todo perfecto. Soy de paladar delicado y muy observadora. El servicio ha sido educado, profesional, rápido y atento. Increíble, algo poco común en el sector de restauración. La comida no tengo palabras: el steak tartar el mejor de mi vid; el atún rojo marinado alucinante, mejor que cualquier japonés; las carrilleras, para no gustarme (a priori), creo que es de los mejores platos que me he comido en mi vida. Y la tarta de queso no ha bajado el nivel, solo lo ha subido. Gracias por todo, repetiremos.

Estuvimos cenando unos compañeros de trabajo. La verdad es que parece ser un sitio típico en Santander. Tomamos para compartir varias cosas como la ensaladilla que estaba espectacular o las anchoas, los caracoles,... y de plato principal el steak tartar que lo preparan muy bien.

Fuimos a Santander este finde y preparando el viaje vimos este local para tomar algo, ya que ponían buenas reseñas y decidimos visitarlo. Cuando llegamos estaba petao y tuvimos la suerte que al entrar un señor se levantaba de la mesa y la cogimos al vuelo. Pedimos para cenar unas croquetas de queso que estaban espectaculares, unas Rabas que estaban muy ricas también y luego pedimos un Riojanito que es un pincho muy potente de chorizo frito muy rico y barato también 2€. En resumen muy buen local para picar y con muy buen ambiente.

Restaurante con mucho sabor, aunque según que plato pidas es escaso. Solo probamos dos platos. Merluza de pincho perfecto, pero el lechazo asado muy rico pero escaso. El postre muy bueno. El restaurante precioso y muy agradable. Cominos tres personas

He ido media docena de veces, y es todo perfecto. La implicación de los empleados en atender y entender... La tortilla española es la mejor, la más sabrosa... Poco más se puede pedir. 😀

Comida improvisada en Santander. Tenemos suerte y encontramos hueco para comer aquí, lugar al que mis abuelos llevaban a mi madre de pequeña. Bar con barra y alguna mesita que si tienes suerte te sientas o haces hueco, pero a las 13 ya estaba petado. Comedor oscuro con la luz justa, decoración singular con sus barricas pintadas. Ensaladilla rusa. Para mí es tipo la de La Maruca, pero ni siquiera sé si alguno de los dos lugares fue el primero en servirla así o es copiado de un tercero. Sea como fuere, está buenísima. Me encanta el punto de las piparras, las anchoas, el rábano, pimiento, huevo rallado... Untuosa y muy muy sabrosa. Pastel cremoso de cabracho con salsa tártara y pan tostado. No me convencía nada el acompañamiento de salsa tártara y resultó ser un gran acierto. La cremosidad del pastel es algo que no había encontrado en un plato que he comido en infinidad de ocasiones, ya que me fascina. Acompañado de tostadas muy finitas. Croquetas cremosas de jamón ibérico. Mínimo hay que pedir 4 unidades y eso pedimos. No hay foto porque llegaron cuando ya estábamos muy llenas, por lo que las pedimos para llevar. 47,6 € por lo comentado, agua y cafés.