El Rebost d'Hostafrancs en Barcelona

Tardaron un poco en traer los entrantes pero comida riquisima y muy buen servicio!

Menú mediodía entresemana muy buena calidad/precio

Buen servicio, calidad precio bastante bueno!

Muy rápidos y comida de calidad

Comida deliciosa ..las paellas inigualables igual las patatas bravas y la pata carbonara .la atención super familiar los camareros ..precios justos …

Buen restaurante de comidas caseras catalanas. Buenas raciones y buen servicio. Un único pero el eco y la insuficiente insonorizacion del local. Pero el resto muy bien. Disponen de 2 salas y el personal es rápido y atento. Entre semana tienen un menú diario muy aconsejable y en fines de semana carta asequible. Ideal para ir en grupos.

Cuando algo funciona… ¿por qué cambiarlo? El Rebost de Hostafrancs es uno de esos restaurantes que demuestran que la cocina tradicional, cuando se hace bien, no necesita fuegos artificiales. Aquí no encontrarás espumas, ni nitrógeno líquido, ni experimentos imposibles. Lo que hay es cocina honesta, sabrosa y hecha con cariño. El local es amplio, bien acondicionado y con ambiente de restaurante clásico. Mesas grandes, espaciosas, buen nivel de ruido, luz natural… todo acompaña para disfrutar de una comida tranquila y abundante. La carta está plagada de platos de toda la vida. De esos que no necesitan presentación. Y lo mejor: están bien hechos, con sabor y en raciones más que generosas. Comentarios sobre los platos probados: • Rape en salsa: plato tradicional que cumple lo que promete. El rebozado es ligero, el interior jugoso, y la salsa —con ese punto entre el guiso de pescado y el sofrito de casa— lo envuelve todo con sabor. El acompañamiento, sencillo, pero bien integrado. Muy recomendable. • Cochinillo al horno: crujiente por fuera, tierno por dentro. Servido con patatas fritas caseras y pimientos del padrón. Quizá la piel podría haber estado aún más crujiente, pero el sabor era excelente. Generoso en cantidad, como todo aquí. • Calamares a la andaluza: muy buen punto de fritura, crujientes, sabrosos y sin exceso de aceite. Ración abundante y bien resuelta. • Mejillones al vapor: correctos, con buen punto de cocción. Se agradece que vengan limpios y sin adornos innecesarios. El limón potencia el sabor justo lo necesario. • Gambas a la plancha: con muy buen sabor, aunque ligeramente pasadas de aceite. Lo compensa su intensidad y frescura. • Patatas bravas: brutales, con un puntito ahumado de sabor … • Bacalao guisado: uno de los platos estrella. Con una salsa sabrosa, melosa, de esas que piden pan. Cocinado en su punto, sin pasarse de sal, y con ese toque de guiso de casa que tan difícil es encontrar hoy en día. • Churrasco con patatas y pimientos del padrón: contundente, sabroso y casero. El punto de la carne estaba muy bien, y el pimiento rebozado fue un extra inesperado. Eso sí, la presentación puede parecer algo caótica, aunque forma parte de ese encanto de “cocina sin postureo”. Aquí no hay trampa ni cartón. La cocina es sincera, directa y basada en el sabor. Y eso es justo lo que uno busca cuando va a comer bien, sin pretensiones. ¿Por qué no doy las cinco estrellas? Por detalles que podrían marcar la diferencia: no me gusta la Mortiz y me fastidia la falta de alternativa. En definitiva, El Rebost de Hostafrancs es un lugar al que se viene a comer. Así, sin más. Con el gusto de lo de siempre, con raciones generosas, y con un respeto absoluto por la cocina tradicional. Y eso, en los tiempos que corren, es un tesoro. Volveré. Y lo sabes.

CRÍTICA GASTRONOMICA JOAN - MENU ECONÓMICO- BUENA RELACIÓN CALIDAD-PRECIO Vamos un martes a menú diario de 14,70€ muy basico, a 500m Plaza España. Comedor grande lleno a tope, hay que reservar. Servicio rapido no lo siguiente. En media hora comes. Al salir cola en la puerta. 5 1os, 5 2os y postres a elegir. Buena relación calidad-precio. Judias verdes salteadas con jamon, tiernas però poco sabor a jamón. Yo fideua buena. Ella boquerones a la andaluza con ensalada, ricos. Yo pies de cerdo con setas, deliciosos. Muy buena relación calidad-precio.

Primera vez que iba, los entrantes de picoteo,increíblemente buenos, los mejillones sepietas y las Bravas, hacia tiempo q no comía unas tan buenas. Nos ha decepcionado un poco la paella, de sabor muy rica, pero demasiado concentrado y reducido el sofrito, potenciaba el sabor, pero no nos ha acabado de hacer, como comento el fumet y sofrito son demasiado concentrados o llevan demasiada reducción. Para repetir sin lugar a duda y probar otros platos como rodaballo, pies de cerdo con setas etc etc....

Un lugar tranquilo y delicioso para comer tanto la comida como la bebida muy delicioso el personal muy profesional atentos, pendiente por si nos falta algo y gracias la atención. Gracias. Volveremos.