El Puestu en Barcelona

Un lugar tranquilo con tapas muy correctas y local acogedor.

Lindo lugar con buenos piqueos!

Comida riquísima, marcando la diferencia en el barrio. El servicio inigualable a cargo de Nico, siempre atento y con muy buen trato!! Recomiendo a todo el que quiera salir con el estómago contento y satisfecho

¡Muy agradable para almorzar de tapas al sol!

La comida fue la mejor que probé en Barcelona. Restaurante realmente encantador

Bar/restaurante muy agradable justo enfrente de la estación de autobuses. Buena cerveza fresca, el vino tinto era realmente bueno. El menú es muy catalán (creo, perdón si ofendí a alguien). El menú está escrito en cuatro idiomas. Me comí una croqueta de setas y aceite de trufa, un buñuelo de bacalao y luego una albóndiga del tamaño de mi puño cocinada con piñones y ciruelas pasas. Estaba todo delicioso.

Tapas de primera, servicio agradable y rápido. Las mejores bravas que tuve durante 2 semanas en Barcelona. Y tuve algunos

Cocina elaborada En pleno corazón del Eixample, este pequeño restaurante destaca por su gran terraza situada en una tranquila calle peatonal. Con una carta que apuesta por tapas elaboradas con productos de proximidad, es ideal para disfrutar de una comida relajada al aire libre. Entre las especialidades que probamos, sobresalen la pelota de la escudilla guisada con chalotas, ciruelas y piñones, una combinación sabrosa y tierna que nos sorprendió muy gratamente. También hay que destacar los caracoles en la gormanda, que con su toque picante y el acompañamiento de alioli se convirtieron en uno de los platos estrella de la noche. Aun así, el comedor interior deja algo que desear. Las dimensiones son bastante reducidas y, en algunos momentos, nos sentimos incómodas por el espacio tan justo. Esto puede ser un punto en contra para aquellos que prefieran comer en su interior. Si bien la terraza es muy agradable, la experiencia en el local no está al mismo nivel.

En pleno corazón del Eixample, este pequeño restaurante destaca por su amplia terraza situada en una tranquila calle peatonal. Con una carta que apuesta por tapas elaboradas con productos de proximidad, es ideal para disfrutar de una comida relajada al aire libre. Entre las especialidades que probamos, destacan la pelota de la escudella guisada con chalotas, ciruelas y piñones, una combinación sabrosa y tierna que nos sorprendió gratamente. También cabe mencionar los caracoles a la gormanda, que con su toque picante y el acompañamiento de alioli se convirtieron en uno de los platos estrella de la noche. Sin embargo, el comedor interior deja algo que desear. Las dimensiones son bastante reducidas y, en algunos momentos, nos sentimos incómodos por el espacio tan justo. Esto puede ser un punto en contra para aquellos que prefieran comer en el interior. Aunque la terraza es muy agradable, la experiencia dentro del local no está al mismo nivel

Muuuy rico!!! Hemos comido de lujo, hubiera probado muchos más platillos, así que volveré pronto! La terraza muy agradable y el personal de 10