El Nautico en El Escorial

Escondido en el final del embalse de Valmayor, las puestas de sol espectaculares. Hasta en pleno verano, recomendable por la tarde/noche una rebequita...

DESCUBRIMIENTO.... no soy de poner reseñas, solo cuando me hacen pasar un rato maravilloso! Atención de 10 , cercana pero profesional... el arroz con secreto y tirabeques tremendo... el entorno es único en madrid. MUCHAS GRACIAS , NOS VERNEMOS MAS! Y el cernícalo, apareció?

Lugar muy agradable y buen producto. Si no vas pronto el sol te alcanzará y hace mucho calor.

Las vistas que ofrece el comedor interior son incomparables, puedes pasarte la comida entera mirando y no te cansas. La comida, igual de espectacular. Fuimos ahora, en la temporada primavera/verano 2025; pedimos unos entrantes, unas cosas pequeñas para levantar el apetito y después arroz, muy buen sabor ambos, recomiendo sobre todo el de ternera y shitake. Los postres es imposible no acertar pero especialmente la sopa de chocolate blanco (y a quien le guste, la tapioca es exquisita!!) Todos los camareros son bien amables, es estupendo estar ahí, muchas gracias! Si estáis por la zona, os tenéis que pasar

Vinimos a celebrar el cumpleaños de nuestra madre!!!!! Y la comida toda muy deliciosa el servicio 10000/10 y el servicio super genial

Pasamos un buen rato en un entorno espectacular

Un sitio precioso, mucha calma y comida muy buena. Precio adecuado

Es un lugar muy muy bonito, con vistas al embalse. La comida está muy buena y hay un menú diario. Se destaca por sus buenos arroces. El servicio es muy bueno pero cabe destacar que el camarero que nos sirvió olía muy muy mal y esto hizo que nos sintiéramos muy incómodos cada vez que nos servía. Tampoco me pareció bien que tengan un ave rapaz enjaulada como si fuera algo a exponer. Me dio mucha pena verla llorar.

Restaurante estupendo con vistas estupendas y perfecto servicio (excepto una chica, con unos modelas bastante irrespetuosos además de desconsideración hacia el comensal) somos una pareja joven de 25 años y solo por eso nos hablaba con aires de superioridad. El resto increíble.

Un buen descubrimiento, he ido a una comida de trabajo y el sitio es bonito aunque sencillo no se puede decir que es lujoso ni siquiera cuidado, es sencillo, sin embargo el entorno le viste y acompaña (yo comí en la terraza no en el comedor cerrado que parece tener mejor pinta) la comida es comida sencilla, rica y cocinada de una manera que intenta ser rollo creativo pero que siendo arroces, carrillera o pescado no da para mucho, es básicamente comida sencilla bien presentada. Lo único que me disgustó parcialmente es la atención los camareros son un poco insistentes, apenas te sientas ya te están preguntando que quieres y si ya vas a ordenar, en mi caso tuvimos que esperar 10 minutos para estar los tres que íbamos a comer y en ese pequeño lapso nos preguntaron al menos en tres ocasiones si ya estábamos listos para pedir. Pero lo que menos nos gustó (lo comentamos los tres que estábamos en la mesa) es la camarera que era amable aunque colindante con la bordería, es decir te refutaba si hacías algún comentario y tenía un humor que al parecer solo entiende ella o que en realidad es antipatía, no fuimos capaces de descifrar su código. Por lo demás la cerveza estaba perfecta de fría, la comida gustosa y bien presentada y los postres con nombres ostentosos pero que en realidad son postres muy simples de los de toda la vida, eso sí muy bien presentados. Mi plan es volver y tratar de descifrar el código de la camarera y ver si fue solo una impresión errada.