El Monje en Salamanca

Fuimos a comer el menú ejecutivo. Buenas relación calidad-precio.El servicio excelente y el comedor grande y agradable. Acabamos tomando una copa en la terraza. Todo fue muy agradable

Restaurante agradable con buen servicio, los camareros súper atentos y amables Tome canelones de mero, estaban buenos aunque por el precio quizás esperaba algo más

De mis restaurantes favoritos. Un sitio de 10. Buena comida, tranquilidad y muy buen servicio.

Cosa bonita. Tapas muy sabrosas con un toque original. Personal amigable. Hermoso interior. Hacía un poco de frío y la elección musical podría ser mejor, pero definitivamente volvería. ¡Recomendado!

Menú degustación muy sabroso y excelente servicio y m

El restaurante tiene mucho encanto. Nosotros comimos el menú ejecutivo un viernes por 25€ todo muy rico

Fuimos a comer entre semana y pedimos el menú ejecutivo. Para empezar, como aperitivo del chef sirven aceitunas, y la verdad que nos esperábamos otra cosa (algo que requiriese alguna elaboración por parte del chef). A continuación nos sirvieron el pan, el cual estaba frío y un poco duro. Como primeros platos pedimos el arroz campesino de cortes ibéricos (muy prometedor, pero estaba pasado de sal, con lo cual perdió bastante) y pasta boloñesa (sin más, le faltaba un poco de cocción para nuestro gusto). Como segundos escogimos el timbal de carrillera ibérica con cous cous de brócoli (buenísimo, el único plato que nos gustó realmente) y cachopo de ternera (correcto, un poco aceitoso). De postre elegimos brownie red velvet, el cual estaba un poco seco y fue medio salvado por el helado que lo acompaña. Para terminar nos trajeron café y el dulce de la casa, el cual estaba ‘blandurrio’ y de sabor poco agradable. Teníamos muchas expectativas del sitio, pero no le daríamos otra oportunidad.

Productos bien elaborados, algo caros para las cantidades, pero bien. Lo que es lamentable es la atención de algunos trabajadores, bordes, y sin atención al cliente. Y más aún siendo un restaurante de alta cocina, y altos precios, donde se te quitan las ganas de volver. Por no mencionar el tono enfurecido de la persona que te prohibe aparcar en su aparcamiento aunque vayas a comer en su restaurante. Cosa inédita

La comida de este sitio estaba exquisita y el trato de todo el personal del restaurante fue muy agradable en todo momento! Una pena que sus compañeros en recepción del hotel no supieran seguirles. Desgraciadamente el recibimiento por parte de este personal de recepción fue tremendamente desagradable, borde, y, si me apuras, cutre, poco digno de un servicio del hotel del calibre con el que se promociona. Si vienes andando no creo que haya problemas (espero), pero si vienes en coche ni se te ocurra aparcar dentro (aunque no haya ninguna señalización previa que lo indique), no vaya a ser que te salgan como si de vigilancia de seguridad se tratara y te hagan sentir como poco menos que un ladrón y malhechor antes de que te indiquen como se baja al restaurante. Una pena que mancharan una experiencia tan bonita y no tan barata. Espero que haya talleres internos dentro del establecimiento y sus compañeros del restaurante les puedan enseñar como tratar debidamente a los clientes (aunque no sean del hotel), modales básicos, y a comunicar las reglas del hotel asertivamente, sobre todo desde una perspectiva poco condescendiente, engreída, y simulando como si fueran los dueños del recinto, vaya.

Fuimos a cenar a este restaurante y fue todo un acierto. El sitio es muy acogedor, un servicio muy atento y unos platos muy cuidados, de calidad y bien preparados. Salimos encantados. Para volver en una próxima visita a Salamanca.