El Molino en Barcelona

Local curioso y con ambiente muy chulo que pudimos visitar en la presentacion del disco de kidpi de 31 hambre. Optamos por tomar un par de copas de vino y unas fritas que costaron 16€. Volveríamos para cenar algún día pues el ambiente es muy único y está junto al metro de paralelo

Quiero que este lugar permanezca abierto y es por eso que escribo esta reseña. La decoración y el diseño son geniales... lo primero que dijimos cuando fuimos mis amigos y yo fue que no parecía Barcelona. Te sientes transportado a un lugar diferente y por supuesto la música estuvo genial porque compramos entradas para ver a un artista que conocíamos. Sin embargo, el problema comienza con el personal y la forma en que se manejan las cosas. Primero, TODOS los cócteles estaban diluidos. Por un cóctel de 12 € esperas sentir un poco el alcohol, era como si nos hubieran servido refrescos. Entonces, de repente, a mitad del espectáculo, en el que estaba empezando a entrar, alguien me toca el hombro y me pregunta si queremos más tragos. Yo digo que no, gracias, todavía no. Entonces ella inmediatamente dice, págame ahora. Entonces, en lugar de quejarme y distraerme del espectáculo, pago. Una vez finalizado el espectáculo, puedes ver que se están preparando para lo que será una fiesta de baile disco. Decimos que nos gustaría pedir otra bebida ahora, por favor. Bueno, tienes que salir y pagar otro cargo de entrada y venir al próximo espectáculo. No hay comprensión del flujo o la hospitalidad en general. Barcelona necesita un buen club de jazz como este, con gran ambiente y un buen booker con talento, pero necesitan hacer algunos ajustes para sobrevivir. Probablemente volveré a otro programa y veré si puedo actualizar la reseña. ¡Les deseo todo lo mejor!

El edificio es interesante, pero los alrededores están descuidados. En las escaleras dormía un borracho.

Interesante renovación y muy feliz de que el espacio se haya podido recuperar por la ciudad. Sin embargo, la sensación claustrofóbica es imposible de evitar con más gente quizás de la que debería haber.

Renovado. Bonito... Precios de los vinos altos y sirven poca cantodad. Era más copa que vino!

No me gustan mucho los lugares en que se puede comer mientras se escucha música. Me parece poco respetuoso. Este lugar sin embargo es discreto en su apartado culinario,

Increíble espacio. Han dejado la sala preciosa y muy acogedora. Además, tienen servicio de restaurante y cocktails. Lugar ideal para disfrutar de un concierto en un ambiente diferente.

La reconversión de todo un icono de Barcelona se ha hecho esperar, pero en mi modestísima opinión ha merecido la pena. Desearles lo mejor a los gerentes y programadores de la sala y animarles a seguir en el camino por el que han apostado. Me ha entusiasmado su fórmula que de alguna manera recoge el pasado canalla de aquel mítico Molino con una exquisita adaptación a estos tiempos. ¡Bravo!

En primer lugar dar las gracias por revivir el paralelo con un sitio tan emblemático. Como tema a mejorar los monologistas, salvo alguna excepción las actuaciones fueron un poco flojas para mi gusto. Los camareros de sala muy eficientes. Muchos ánimos y mucha suerte en esta camino que habéis empezado.

Concertazo de Mayte Martín junto a José Gálvez , lo que pudimos disfrutar y vivir ayer noche , espero con ganas que se pueda repetir más a menudo.