El Jardin Del Ritz en Madrid

Un lugar precioso e increíble con comida deliciosa, si logras pasar al anfitrión en la entrada 🙄. El anfitrión fue grosero, condescendiente y no quiso darnos mesa (solo nos ofreció asientos en la barra) porque no éramos huéspedes del hotel ni teníamos reserva. Simplemente no era una persona agradable. Llegamos a las 5 p. m. un lunes. Estuve tentado de irme, pero no quería hacerlo feliz. Así que bebimos mucho, comimos y lo pasamos bien mientras el portero (el anfitrión) se quedaba allí vigilando la entrada.

Suelo ir al salón a tomar un aperitivo , merienda o alguna copa, y todo EXPECTACULAR. El sábado fuimos al jardín ya que hacía un día estupendo. Llegamos a la 12:50 ( pensando que el jardín ofrece servicio desde las 10:00) y se nos comunica por parte del maitre que estaba en ese momento que hay que esperar a las 13 horas porque no tiene personal que atienda en l zona de barra. Nunca nos ofreció mesa en el jardín a pesar de haber muchas mesas vacías . Esperamos a las 13 y nos sitúan un En una mesa alta. Era evidente la falta de personal y el que había no estaba precisamente contento y se hacía palpable. Yo me pido un vino rosado de la zona de la Provenza ( 16€ por copa) y en barra l dejan la botella en la bandeja para ser servido, estando a pleno sol durante un buen rato. Resultado vino Servido a la temperatura incorrecta. Se lo comento a l camarera que lo entiende perfectamente y me ofrece otra botella . Su compañera de barra le parece que mi comentario es absurdo . Y así lo hace notar. El resto de bebidas para los demás clientes sufren el mismo trato, cervezas que tienen que ser complementadas con espuma porque ya había bajado. Vinos al sol, champagnes al sol….. es una pena porque suelo ir a Ritz por el trato tan exquisito que hay tanto de clientes como de producto y no me importa pagar cantidades elevadas por ello, lo que si que me molesta es pagar 16€ por una de vino rosado ( la botella vale unos 20) servido en malas condiciones y con un personal desbordado y enfadado

Merece la pena desayunar aquí. Muy bueno y de mucha calidad. En pleno centro de Madrid.

Un viaje al buen servicio de u a mesa de un maridaje de menú y de historia.

Una experiencia gastronómica inolvidable en el Mandarin Oriental Ritz de Madrid. Desde mi llegada, el servicio y el ambiente reflejaron la elegancia de este emblemático hotel. La velada comenzó con una refrescante copa de Ruinart Blanc de Blancs maridada con aperitivos de la casa. El Flor de Alcachofa con Jamón al Josper resultó delicado pero con un profundo sabor, mientras que el Pan de Aceite del Jardín le dio un toque rústico. El entrante estrella, la Brocheta de Wagyu y Zumaque, estaba cocinada a la perfección: tierna, con cuerpo y una presentación exquisita. Como plato principal, el Frit de Langosta en Paella fue un auténtico espectáculo, con la langosta como protagonista. Acompañamientos como el Tomate Rallado y el Alioli completaron la comida a la perfección. Una copa de Santo Syrah, seleccionada con esmero por la sumiller Yoany M., completó el plato a la perfección. Lo que elevó la velada, más allá de la exquisita cocina, fue el impecable servicio: Daniel M. (anfitrión), María (camarero), Leo (camarero) y Yoany M. (sumiller) aportaron calidez, profesionalismo y un genuino cariño. Su atención garantizó que cada detalle fuera perfecto, haciendo que la experiencia fuera tan memorable como la propia comida. Una velada de 5 estrellas impecable que reafirma por qué este comedor es una auténtica joya culinaria de Madrid.

Experiencia maravillosa Hemos ido a cenar en familia y todo extraordinario desde el primer segundo. El servicio es maravilloso y todos súper atentos desde que entras, nuestro camarero ha estado pendiente en todo momento. La terraza del hotel un lujo y preciosa.Celebrábamos un aniversario y han tenido un detalle sorpresa muy bonito y exquisito. La comida todo de 10. Las croquetas se derretían en la boca. El ceviche buenísimo, el solomillo en su punto y de extraordinario sabor, las bebidas recomendadas un éxito total, en conclusión un servicio de 10. Gracias por el maravilloso servicio y deseando volver.

Fue una noche muy especial gracias a todo el equipo del Ritz. ¡La atención fue de primera! Todos fueron muy amables, atentos y estuvieron pendientes de absolutamente todo. ¡Es un placer que nos traten tan bien! :) La comida es muy buena y la carta de bebidas es perfecta. El jardín es precioso, la decoración impecable. Como era de esperar, los precios son altos, pero lo recomiendo sin reservas. ¡Simplemente perfecto! Estamos muy agradecidos por el atento servicio de todos los camareros. ¡Enhorabuena!

Pedimos un menú cerrado que incluía una copa de Moet Chandon. El personal, lo mejor. La comida, de una estrella Michelin, No apto para comilones. La relajación que se respira es espectacular. El café fuimos dentro del hotel y era para quedarse allí sentado dos horas o más. El café 10€. Lo merece. El menú 95€

Comimos la tortilla de patatas vaga con hongos enoki que estaba espectacular, las ostras buenísimas, súper frescas. Y de plato fuerte pedimos el arroz con socarrat de centolla, la centolla preparada deliciosa, el arroz un poco salado.

¡Nuestra visita a este restaurante en Madrid fue absolutamente fantástica! Desde nuestra llegada, Víctor nos recibió personalmente y se aseguró de que cada detalle fuera perfecto. Fue increíblemente amable, atento y se esmeró para que tuviéramos una experiencia inolvidable. El servicio fue excepcional. Shaima y Delmin nos hicieron sentir realmente valorados como huéspedes. ¡Muy recomendable para cualquiera que visite Madrid! ¡Este lugar es imprescindible!