El Enemigo en Madrid

De las mejores carnes que he comido en Madrid. Sitio intimo y agradable. Para repetir!

El restaurante El Enemigo es un descubrimiento maravilloso en el panorama gastronómico madrileño. El local se presenta muy bien, con una estética íntima y elegante, pero a la vez auténtica, gracias al equilibrio entre el refinamiento y el espíritu rústico de la parrilla argentina. El mobiliario contribuye a crear un ambiente acogedor: botellas de vino expuestas, madera cuidadosamente apilada y detalles que recuerdan con gusto las raíces sudamericanas. Empezamos con una selección de entrantes típicos: provoleta, chorizo ​​y empanadas. La provoleta fue apreciada, pero la abundancia de tomates secos tendía a ocultar su sabor original, que, en mi opinión, merecía más protagonismo. Las empanadas, en cambio, estaban buenas y "hugosas" por dentro, aunque lamentablemente solo estaban disponibles fritas. Habría agradecido la posibilidad de elegir también la versión horneada, más tradicional. En cuanto a los platos principales, las carnes estuvieron a la altura de las expectativas. El bife de chorizo, en particular, destacó por su calidad y su cocción perfecta, tal como se pidió. La cuenta final fue más que positiva, especialmente comparada con otros restaurantes argentinos del mismo nivel en Madrid. La relación calidad-precio es equilibrada, y la experiencia en general fue sin duda satisfactoria.

He venido varias veces y siempre espectacular. La atención es perfecta y la comida muy rica. Totalmente recomendable. Calidad/precio sublime.

Voy habitualmente entre semana a este restaurante argentino con un amigo del trabajo , siempre nos sentamos en la barra para hablar con Mati que conoce perfectamente el punto de la carne que nos gusta a cada uno. La atención de todos: parrilla , camareros y del encargado es excelente: siempre nos reciben con una sonrisa y nos hacen sentir como en casa. Se nota que hay cariño en lo que hacen y siempre tienen algún detalle. Es uno de esos lugares donde sabes que vas a comer bien, relajarte y pasar un buen rato. Lo recomiendo sin dudar, tanto si te gusta la gastronomía argentina como si simplemente buscas un sitio donde se come fenomenal y te tratan como de la familia.

Reservar para comer en El Enemigo siempre es acierto seguro. Carne de diez, ambiente perfecto, atención personalizada y parrillero excelente. Todos los meses acudo con un amigo y seguiremos así mucho mas tiempo. Mesas para compartir eventos mas formales o en barra para el trato directo con los maestros de la cocina. Empanadillas argentinas espectaculares, entrantes de verduras fenomenales y carnes de las mejores. Ojo a la milanesa!! Consejo, dejar que Matías os recomiende el corte de carne que mas os puede gustar. Gracias equipo por el trato y atención que siempre nos dais.

Comida argentina exquisita. La calidad es increíble y el servicio también. Si buscas una experiencia inolvidable, este es el lugar ideal.

Unos de los mejores sitios de carne de Madrid. El Ojo de bife, simplemente espectacular.

Excelente! Muy lindo lugar, muy bien decorado. Parrilla a la vista. Comida excelente, debo decir que el chimi churri sobre sale y los panqueques clásicos con dulce de leche son realmente muy ricos. Volveremos !

Descubrí este restaurante por recomendación de un amigo argentino y, sinceramente, superó todas mis expectativas. Desde que entrás, el ambiente ya te anticipa que vas a vivir algo distinto: iluminación tenue, música suave, y ese aroma sutil a brasa que te abre el apetito sin empaparte la ropa (¡un detalle que se agradece muchísimo!). Lo primero que me sorprendió fue la atención: cercana, profesional, pero sin exagerar. El camarero se sabía la carta de memoria, te recomendaba con criterio y manejaba los tiempos con precisión. La comida… simplemente espectacular. Las empanadas de carne cortada a cuchillo tienen ese sabor casero que te lleva directo a Buenos Aires. Probamos las mollejas (una locura, doradas por fuera, mantecosas por dentro), y luego el bife de chorizo, jugoso, sabroso, cocido al punto justo. Todo acompañado de un malbec argentino bien servido, en copa generosa y a la temperatura perfecta. De postre, el volcán de dulce de leche es una bomba. No soy muy dulcero, pero ese equilibrio entre el bizcocho tibio y el helado de vainilla me terminó de ganar. Un restaurante para repetir, para recomendar, y para celebrar. Ideal para ir en pareja, en plan gourmet o simplemente cuando tenés ganas de darte un gusto sin margen de error. No es barato, pero lo vale hasta el último céntimo.

Por pura casualidad pasé frente a este restaurante y estuve a punto de no entrar al ver la valoración que tenía… ¡y qué bueno que no me dejé llevar por eso! Fui con unas amigas y la experiencia fue realmente maravillosa. La carne estaba deliciosa, perfectamente hecha y con ese sabor auténtico argentino que cuesta encontrar. El servicio fue impecable: atento, amable y con muy buena disposición. El vino, excelente, y los postres también muy buenos. Sinceramente, creo que este lugar merece una valoración mucho más alta. Al menos, mi experiencia y la de mis amigas no se parece en nada a lo que algunas reseñas anteriores reflejan. Lo recomiendo totalmente y volveré sin duda.