El Celler de Can Roca en Girona

Hacía años que esperábamos este momento. Poder comer en el Celler de Camp Roca. Sin duda un gran restaurant, con una bodega de vinos única de 7000 referencias y 40000 botellas. Los vinos propuestos excelentes (degustamos unos 8 sólo españoles), el servicio y atención maravillosos, muchas gracias. Con respecto a la comida, quizás mis expectativas estaban muy altas pero para un restaurant de ese nivel muchos platos fueron repetitivos (alrededor de gambas, camarones, langostinos...), el consomé estaba frío, así como varios otros platos (eran alrededor de 30) y me esperaba más ingeniosidad... muchos eran simples, caseros. Todo muy bueno, pero a ese precio y nivel no creo repetir la experiencia. Algunos colegas que ya habian venido me comentaron que las veces anteriores la comida habia sido espectacular... por lo que tomen el comentario como puntual.

El Celler de Can Roca, ubicado en Girona, España, es un restaurante de renombre mundial famoso por su excepcional arte culinario e innovación. Fundado en 1986 por los hermanos Roca (Joan, Josep y Jordi), el restaurante se ha convertido en un símbolo de la gastronomía moderna. Joan Roca, el jefe de cocina, es célebre por sus técnicas de cocina de vanguardia que combinan sabores tradicionales catalanes con métodos contemporáneos. Josep gestiona la amplia bodega, que ofrece una excepcional selección de vinos, mientras que Jordi, el pastelero, es conocido por sus impresionantes e imaginativos postres. El Celler de Can Roca ha obtenido tres estrellas Michelin y ha sido constantemente clasificado entre los mejores restaurantes a nivel mundial, incluso encabezó la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo en 2013. El enfoque del restaurante en la creatividad, la sostenibilidad y el uso de ingredientes de origen local lo convierte en un Destino para entusiastas de la comida que buscan una experiencia gastronómica inolvidable. Su legado continúa inspirando al mundo culinario.

La espera y el dinero merecen la pena cuando la comida, el servicio y el ambiente lo ameritan. Excelente

No puedo expresar con palabras como me sentí en todo momento, tanto en sabores, como en trato de personal. Desde el minuto uno hasta el último, una experiencia inolvidable, recomiendo ir una vez en la vida. Mi pareja es alérgica al cacao y lo tuvieron presente en todo momento sin ni siquiera tener que decirles nada, un 10 en todos los sentidos.

He visitado el mejor restaurante del mundo y para mí no hay nada mejor que este lugar. Vengo aquí todos los años y cada vez me sorprendo. Te quiero todo.

"El Celler de Can Roca" es, sin duda, una de las experiencias gastronómicas más extraordinarias que he tenido. Este restaurante, dirigido por los hermanos Roca, es reconocido mundialmente por su cocina innovadora y sus técnicas de vanguardia. Cada plato es una obra maestra que juega con los sabores, las texturas y las presentaciones de manera impresionante. El servicio es impecable, y el ambiente es elegante y acogedor, haciendo que la experiencia sea aún más especial. El menú degustación es una forma excelente de probar una variedad de platos y disfrutar de una experiencia culinaria completa. Aunque es un lugar caro, la calidad de la comida y el nivel de servicio justifican con creces el precio. Si eres un amante de la gastronomía, "El Celler de Can Roca" es un lugar que debes visitar al menos una vez en la vida. ¡Una experiencia inolvidable!

Muy buen lugar. Gran ambiente. La comida es deliciosa.

Cuatro horas de una excelente experiencia. Almuerzo con más de 15 platos (cada uno una sorpresa, original y único en cuanto a receta, ingredientes, elaboración, presentación), maridados con otros tantos vinos. El personal está absolutamente en la cima por su profesionalismo y amabilidad, la cortesía nunca se ve afectada ni intrusiva. El mejor 3 estrellas que he visitado. Debe intentarlo al menos una vez.

Se ha cumplido uno de mis sueños, precisamente en el día de mi cumpleaños y toda la experiencia ha sido inolvidable. Desde que llegas y abres la puerta de madera desde su patio, hacen que te sientas en tu casa; gracias a Josep por acompañarnos a la mesa y a Jordi por acercarte en varias ocasiones a saludarnos y a Joan por firmar el libro a tu vuelta de la gala Michelin, que me llegó mucho antes de lo que esperaba. Y comenzó el festival; toda la primera hoja del menú está dedicada a los aperitivos, lo que ya te pone en contexto de su extensión, nosotros estuvimos casi cuatro horas. Y todo tan apetecible como el comienzo con el consomé calentito con las caras de los tres hermanos, perfecto para esta época del año y que se agradece en un menú de esta categoría, para luego repasar muchos de los clásicos desde el año 2000, de los que destacaría las combinaciones tan ricas de mar y montaña, y el sabor tan intenso de cada bocado de las elaboraciones con setas y mariscos como el langostino al vapor de manzanilla, la ostra con palo cortado o el turrón de foie, a lo que ayuda el perfecto maridaje con cava y vinos de Jerez. Y ya metidos en los principales, continúa el homenaje a las setas con una secuencia de elaboraciones increíbles de ellas que va cada vez a más. Sepia, navajas, gamba de Palamós, y un delicioso trampantojo donde el bacalao es el puerro y el puerro es el bacalao, para llegar a un suquet de peix terminado en mesa que de nuevo, nos emociona por su intensidad y concentración. Finalizando con el mar y montaña de la cigala y la pularda que dan paso al esperado pichón que es una obra de arte en el plato y por fin el xuxo de Girona en su versión de estofado de pato. Y llegamos a los esperados postres con sabores y olores inimaginables como el del libro antiguo o los refrescantes besos, así como el uso, de nuevo, de setas como el boletus, ahora en postre a la brasa, confitado y crujiente. Increíble. Y nos fuimos al festival del cacao por unos momentos a través de las gafas de realidad virtual, cuando me llegó la sorpresa de mi cumpleaños, con velita y todo, y una noria con toda clase de chocolates y cacaos de auténtico lujo.

Festival de 6 horas gastronómico de cocina excelente. Todo un viaje difícil de explicar en una publicación. Visita para una vez en la vida al menos en un restaurante elegante con un gran servicio.