El Candil en Gijón

El servicio, la comida, el trato de los empleados. Un ambiente estupendo y sin ruido que te invita a disfrutar de los suculentos platos que te sirven. Felicidades

Exquisita comida, muy bien calidad precio. Regentado por su dueño, es una delicia.

Siguiendo la recomendación de un amigo, decidimos probar este restaurante. Para comenzar, pedimos una variedad de entrantes: unas deliciosas gambas a la gabardina, un tartar de atún fresco y unos originales puerros gratinados con langostinos. ¡Todos ellos estaban exquisitos! Sin embargo, la experiencia se vio empañada por los segundos platos. El arroz caldoso con oricios, algas y andaricas, que esperábamos con gran ilusión, carecía por completo de sabor. Quedamos bastante decepcionados. El arroz al senyoret, aunque correcto, tampoco nos sorprendió. Los platos de callos y carrilleras estaban ricos, pero sin nada que destacara especialmente. No sabemos si nuestras expectativas eran demasiado altas o si simplemente no fue un buen día en la cocina. En cuanto al servicio, fue correcto en general, aunque la última camarera que nos atendió fue especialmente amable y atenta. En resumen, si bien los entrantes fueron excelentes, los segundos platos no estuvieron a la altura de nuestras expectativas. Es una pena, ya que el lugar parecía prometedor

Cenamos de lujo! Cocina divertida, auténtica y abundante. Y muy bien de precio! Munches gracies a José Luís y a too l'equipu, sentímosnos como en casa

Local muy bonito decorado y acogedor, con una carta que apetece todo. Tomamos media ración de gambas a la gabardina y media de salmón ahumado, para comenzar,a mí que no me gusta el salmón ahumado,éste sí me gustó. De segundo un pargo real, en su punto y muy rico y para terminar tarta de manzana. Tengo que destacar al personal, eficientes y muy agradables. Gracias Camacho por tú atención. Repetiremos

Hoy celebrando un día muy especial hemos comido en este restaurante acogedor. he llegado bastante tarde (por lo que les pido desde aquí mil disculpas) aun así nos han recibido y atendido con esmero. Un personal amable y cercano dentro de su profesionalidad. Una cocina diferente, bien definida en sabores y buena presentación. Por no hablar de unas ostras buenisimas fresquisimas mi plato favorito. Nos han dado tiempo a pesar de estar cercana la hora de cierre. Lo le cual agradezco infinito dado que el retraso ha sido mio.

Los productos de primera calidad...ambiente cálido...ya he venido varias veces, en grupo, en pareja, en barra y comedor. Utilizan mucho producto de temporada y se nota en los sabores. Me gusta mucho su cocina. Lo recomiendo cien por cien.

A ver, por dónde empiezo. Estaba yo solo deambulando por Gijón, y, mirando por internet, me decanté por este restaurante para ir a comer. No había sitio, pero como daban opción a apuntarse en lista de espera, me apunté, por si acaso, mientras buscaba otro cobijo, Pero en cerocoma me contestaron que "ok-pa'dentro". Te atiende el dueño, Camacho, hijo de marino mercante, lo que me dio pie a "entrarle" por proximidad laboral, y que tuvo el detalle de sentarse conmigo a charlar un ratillo. Pero bueno, todo esto no es relevante para las estrellas... Comí una ración de boletus plancha brutal, que no hacen falta dientes para comerlos, y un pixín...Qué podemos decir del pixín? Ración brutal, exquisito, acabé chupeteando espinas con pena en el cuerpo, y consecuente lagrimilla en el ojo porque ya no quedaba ni un átomo de animal que comer en el plato. Otro tema es que se agradece, y mucho, para los que a veces tenemos que comer solos, es la cantidad y calidad de vinos por copas que sirven. Y es que en este país hay mucha vida vinícola inteligente más allá del Rioja/Ribera. Yo tomé dos copas de un vino de Alicante No soy muy de postres, así que pedí un par de vinos dulces andaluces muy ricos para finalizar el homenaje. En resumen, máximo "ricor", y relación placer-precio bestial. Siempre me quedará el Zascandil como ese par de horas en el que fue mi hogar, y al que hay que regresar.

Local bonito con exposiciones de cuadros temporales. Comida de calidad y bien elaborada. Buena atención y platos variados y originales.

Maravillosa experiencia, como siempre! Camacho nunca defrauda! Gran profesional y anfitrión! Volveremos una y mil veces es más!