Situado en el centro de Valencia, en la zona de Cánovas, El Bressol (con 1 SOL de la Guía Repsol 2024) es un restaurante pequeño pero acogedor. Su decoración austera y la ausencia de barra de bar le dan un aire tranquilo y sofisticado, y la disposición de pocas mesas asegura una atención más personal.
Nuestra visita fue un viaje gastronómico donde el protagonismo lo tuvo el menú degustación, acompañado por un buen vino.
La propuesta es generosa en número de platos, aunque las raciones son pequeñas, como es habitual en este formato. No obstante, el ritmo pausado del servicio hace que el conjunto resulte saciante y equilibrado.
La calidad de la materia prima es innegable, y cada bocado refleja el esmero puesto en su elaboración. Predominan los productos del mar, con pescados y mariscos de excelente frescura. En este sentido, se agradece la atención del camarero, quien no solo nos presentó cada plato con detalle, sino que también nos contó curiosidades sobre los ingredientes y su origen. Quizá echamos en falta alguna opción cárnica en la selección, lo que habría aportado mayor variedad al menú, en mi humilde opinión.
❌ El único punto negativo de la velada llegó con el postre. Al no gustarme la tarta de manzana, pregunté si había posibilidad de cambiarla, ya que la fruta cocinada siempre me sienta mal. Sin embargo, el camarero evitó darme una respuesta clara y me ofreció elegir otro postre. Opté por la tarta de queso con arándanos, pero la sorpresa fue que la cobraron aparte en lugar de sustituir la opción incluida en el menú. En un menú de este importe (229 euros), en lugar de tanta definición sobre los ingredientes y su elaboración, habríamos preferido ese pequeño gesto que habría marcado la diferencia en la experiencia.
A pesar de este gesto que no nos agradó, El Bressol sigue siendo un restaurante recomendable para quienes buscan una experiencia culinaria refinada, basada en ingredientes premium y en una ejecución impecable.
Somos personas normales, pero nos gusta invertir en una experiencia gastronómica de calidad. Sin embargo, lo que realmente marca la diferencia para nosotros es la atención y los pequeños detalles. Hemos tenido el privilegio de comer en miles de restaurantes en más de 80 países, y podemos afirmar con certeza que lo que distingue a un buen restaurante no es solo la excelencia de la cocina, sino la dedicación y el cuidado con el que se trata al comensal. Al final, son esos detalles los que convierten una buena comida en una experiencia memorable.
Cristina Catmun
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02 Abril 2025
6,0
Cena maravillosa!
El local pequeñito, pero muy bien cuidado, cada detalle cuenta.
La comida exquisita, cada plato es un placer, está todo buenísimo. Pedimos el menú degustación, pero nos hemos quedado con las ganas de volver e ir de carta. La selección de vinos y champanes es espectacular.
Pero la atención del personal y especialmente de José Vicente, su conversación y educación, hizo que la cena fuera perfecta.
Salimos encantados con el restaurante, y volveremos sin duda
Sonia
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22 Marzo 2025
10,0
De los mejores servicios que he tenido. El ambiente es tranquilo y muy agradable y que decir de la comida…. Hay que probarlo si o si
Carla Pitarch
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02 Marzo 2025
10,0
...algo de punch,..platos todos venidos del mar, muy buenos pero no encontramos ninguno excepcional como tal,al menos en el menú degustación. Platos acompañados con mucha literatura por un servicio amable que, lógicamente, repite lo mismo mesa por mesa con comas y puntos.
El precio elevado pero imagino que acorde con lo que te ofrecen.
Mmmmm...el postre, hay que dejarse hueco, pero fue como el resto de platos...ninguno de los 2 fue soberbio
sepiaplancha
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22 Febrero 2025
8,0
Muy buen sitio para comer. Excelente comida, buen servicio y un ambiente agradable. Pedimos el menú degustación y nos gustó mucho.
Paulina Cuevas
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16 Febrero 2025
10,0
Espectacular en todos los sentidos.
La atención y el local acorde a la calidad que tiene.
Cada plato sorprendía más.
Sabores explosivos e impresionantes.
Sebastian F
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16 Febrero 2025
10,0
Cocina de mercado,solo trabajan productos del Mar Mediterráneo!muy rico todo y el trato muy amable
Irina Radu
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06 Febrero 2025
10,0
Gran homenaje al producto de mar de nuestras costas, pedimos el menú degustación y fue un acierto. Ojo al pisto que hacen (y que también venden) que es un viaje de nostalgia al pasado, recordando los pistos que hacían nuestras abuelas. El servicio y la atención también de 10.
Juan Castelló
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05 Febrero 2025
10,0
Realmente vale la pena para disfrutar del auténtico sabor del mar. El producto de mayor calidad que puedes encontrar preparado de forma excepcional. José Vicente no sólo ofrece un trato excelente, sino que es un lujo aprender de todo lo que explica. Para repetir.
Pepa Crespo Villora
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03 Febrero 2025
10,0
Barbaridad. Qué barbaridad, un templo al producto, al disfrute... me gustó mucho Flama, pensaba que era el descubrimiento del año, al nivel de muchos sitios (supuestamente) top de Madrid, pero esto... el Bressol juega en otra liga. Perdón, es otro deporte. Y eso a pesar de llegar y que el ambiente esté un poco desangelado al ser los primeros (y casi únicos) clientes. Pero ay qué sitio, qué servicio, qué templo. Restaurante que cumple de forma más que sobresaliente en cuanto a intangibles: mantel y servilletas de tela (bassols), vajilla, copas, jabon Babé, toallas bordadas y agua caliente en el baño (ojo que en Valencia hay sitios con estrellas michelín que cortan el agua caliente, de verdad que no lo entiendo). Y ya lo importante, la comida. Mare meua: el tartar y el foie... ni en el Campero. Las kokotxas, buñuelos salmonete... pero es que llegan los postres y el nivel no baja (limón, tarta de queso, tarta capuchina, crepes suzette...). Y para rematar (o comenzar) menudo profesional José Vicente, de los que ya no hay, cercano pero nada empalagoso, un pozo de disfrute y sabiduría... para invitarlo a comer con tus amigos y disfrutar escuchándole. Un 10.
Eduardo García
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29 Enero 2025
10,0