El Barril de las Letras en Madrid

Llegamos aquí en nuestra primera noche por recomendación de nuestro hotel. Llegamos temprano sin reservas, por lo que nos pusieron en la zona del bar. Los camareros no parecían encantados de ayudarnos con nuestro español limitado, pero pedimos vino y elegimos la paella de sepia. Viene para dos, se hace al momento de pedir y viene muy caliente. Estaba delicioso e hizo que la visita fuera buena. Es un buen restaurante y parece ser parte de un grupo propietario de restaurantes en esa zona de Madrid. Es una buena opción y relativamente económica alrededor de la Plaza de Santa Ana de Madrid.

Excelente lugar, la comida muy buena, el servicio tiene areas de oportunidad que puede mejorar sin problema, sobre todo la recepción

Comida y servicio de excelente calidad. El marisco era excelente. Un toque de clase. Buen valor por la calidad.

Solo un detalle, ver al jefe de sala masticando un chicle....me parece muyyyyyy poco indicado. Con lo atento y los amables que son sus camareros y demás compañeros.....

Observando te das cuenta que han contratado un diseñador excelente. Un grupo de servicio de lo que hay en Madrid, regular. Una carta muy normal y una bodega ausente de somelier. Tienen una carta de vinos con referencias de hace 20 años. No hay vinos actuales. Parece la carta de un bodegón de antes. Todo porque no hay un somelier. Y si puedes leer la carta sin lupa eres un genio. Hojas rotas. Una lástima. Comí sólo y cada vez que necesitaba algo tenía que hacer lo que hago para parar un taxi. La cazuela de pescado y mariscos parece que le pasó la Dana por encima. Una pena. Pero lo bordaron con el plato de Cogote de merluza a la Bizcaina. Un manjar. Cuando quieres volver es que te ha gustado. Yo paso por la puerta y voy a otro lugar. Intento no ir a los restaurantes del grupo porque he visto los mismos vinos y platos similares. En Madrid , con la clientela que hay, yo exprimiría a mis asesores para destacar mis restaurantes.

Muy buen restaurante la comida es muy buena y atienden muy bien. Los calamares como entrada son lo mejor y el pulpo estaba muy rico aunque creo que estaba un poco saldado se les fue un poco la mano, pero tiene un buen sabor a parrilla y el acompañante de papas lo balanceaba bien. Me gustaría regresar y probar otros platos.

La sala donde estuvimos es un poco ruidosa, y eso que el ambiente y la decoración está muy lograda, pero nada negativo que decir del servicio y la comida que son muy buenas. A repetir sin ninguna duda

Un sitio muy agradable con una magnífica carta de vinos, muy buena y completa carta y una elaboración estupenda. Merece la pena, si te puedes permitir pagar 72€ por persona.

We had lunch at the Barril de las Letras, well known for its seafood. It’s near the Plaza de Colón. We ordered navajas, boquerones and almejas. All were perfectly cooked and presented. Service was outstanding as well. Several servers came to the table to do different activities, deliver a dish, drinks, or pick up dirty plates and replace silverware. That’s always a sign of good service. We ordered red sangria which was also very good. We closed with ice cream, one scoop of turrón and one of yogurt. Both were very good. Don’t forget to check the daily suggestions. That’s where we found the navajas. Suggest you make a reservation although arriving early is always a good strategy. They open at 1 pm on Sunday although the door says 12:30. It’s large and it has a second floor. But by the time we finish it was starting to fill up. We highly recommend this outstanding option for lunch or dinner. We’ve been here now three or four times on our visits to Madrid.

Como parte de nuestro largo itinerario de viaje por la costa italiana, francesa y española, culminamos en Madrid a 1 día de la celebración del cumpleaños Nº79 de mi esposa. Casi 1 mes y medio antes y gracias a la información brindado por un familiar residente en Madrid, me puse en contacto, a través de su página web, con EL BARRIL DE LAS LETRAS. Me agradó ver fotos del local y su selecto menú por lo que realicé la reserva cumpliendo el primer requisito de obtener un agradable lugar para cenar y celebrar el cumpleaños de mi esposa. Quiso el destino que nos alojáramos en el VINCCI SOHO en el mismo barrio, a tan solo 4 cuadras del restaurante. Al arribar al restaurante se nos despliega un ámbito de muy cuidada arquitectura entre lo rustico y el modernismo, con amplios espacios y adecuada distribución de mesas. Una recepción muy cordial, confirmó nuestra reserva y nos ubicaron. Agrego calidez, música suave que acompaña la velada. Un camarero nos saluda y nos ofrece el menú. Lo estudiamos y nos decidimos por el pulpo en 2 versiones. Mientras, degustamos unos exquisitos bocadillos y una panera como pocas. Sin prisa, el restaurante nos ofrece todo un entorno para disfrutarlo y aguadar la llegada de nuestros platos principales: Un tentáculo de pulpo grillado, en su punto perfecto, acompañado de un puré de papas especiado. Yo opté por una cazuela de pulpo, un deleite para mis papilas gustativas. Coronamos la cena con una porción de cheesecake cubierta de salsa de frutos rojos. Inolvidable velada y nuestro más sincero agradecimiento a su propietarios y personal, obviamente incluido su chef. No dudaríamos en regresar.