El Aprendiz en Valencia

Fuimos ayer a cenar a este local porque no lo conocíamos y las tapas nos llamaron mucho la atención. Desde luego, fue todo un acierto: un servicio extraordinario, muy eficientes en los tiempos de espera y amabilísimos; las tapas que pedimos, excelentes: hay que probar la causa limeña de sepia, las croquetas de marisco (absolutamente espectaculares) y el ceviche caliente (sin duda, el plato de la noche: exquisito con su toquecito de cítricos y sumamente cuidado en todos sus detalles); en cuanto a postres, recomendamos tanto el milhojas de mango como el brownie. Por otra parte, muy buen ambiente tanto dentro como fuera del local; en nuestro caso, cenamos dentro y aunque el espacio no es excesivamente grande, se está muy a gusto, sin excesivo ruido, por lo que se puede conversar tranquilamente. En fin, que no os engañen ni os tiren para atrás los precios, pues aunque algunos platos puedan parecer un tanto caros, os aseguro que vale la pena pagar por ellos. Nosotros tenemos claro que volveremos.

Todo muy correcto. Comida muy fantástica. Una muy buena experiencia.

Me encantó. Valió la pena esperar por la mesa. Una interpretación moderna de un bar de tapas clásico.

Me he reconciliado con ellos. No es barato, pero si que está todo bueno. Destacar los puerros, exquisitos. El Bao más flojo. Volveré antes de 8 años, que me ha costado la última vez

Increible experiencia de sabores, pedirnos el steak tartar (un plato obligatorio si vas), el ceviche también. Pero lo que me dejó enamorada es la tarta de queso.

Las tapas y los cócteles nunca decepcionan, el mejor pisco sour que he probado en Valencia, todo siempre delicioso

El mejor restaurante de Valencia. ¡Todo es perfecto, literalmente! El servicio es increíble. 5/5. La comida está muy bien preparada, es deliciosa y creativa. 5/5. ¡El ambiente es encantador! ¡Bravo!

Comida increíble y servicio excelente. El dim sum y el tartar de atún picante fueron mis favoritos.

Hermoso restaurante, bastante ocupado. Estuvimos allí alrededor de las 22: 30 , se sentaron sin reserva, lo que es realmente agradable. Sirven tapas pero un poco más modernizadas. Teníamos las patatas bravas, los bollos de bao, las costillas y el brioch con bistec tártaro.

Creativo y moderno y precio muy razonable . Amables y profesionales se merecen las 5,estrellas. Siempre hay gente así que mejor reservar.