Experiencia gastronómica de alto nivel.
Barra preciosa, atención por encima de las expectativas y bocados que rozan la perfección técnica. Recomiendo reservar con antelación, se llena con facilidad. Opté por el menú con Wagyu, caviar y maridaje completo: una propuesta muy cuidada, donde cada plato dialoga con su vino de manera coherente y sorprendente.
La pastilla helada de ginebra y matcha marca un inicio refrescante y perfumado, con notas cítricas que limpian el paladar. El primer sake “Seafood”, frío y muy equilibrado, acompaña con elegancia sin invadir; sorprende su ligereza pese al grado alcohólico. El maki mochi de naranja y azahar tiene una textura impecable, perfumado y sutil, mientras que el milhojas de yuba con nori crujiente combina matices picantes y cítricos que despiertan la boca.
Con el Miraflores del Pino (Palomino fino fortificado) se inicia un diálogo con los vinos más complejos: aroma elegante, madera vieja apenas perceptible. La croqueta mochi, con masa elástica y sutil toque de jamón, es más interesante por técnica que por sabor, pero resulta original. La pata de pollo deshuesada, horneada y frita es sobresaliente: crujiente, cítrica, con un juego brillante entre lima y menta.
El nare de lubina fermentada dos meses en arroz sorprende por su textura arcillosa y su profundidad umami. Con el sake Keigetsu (estilo yamahai) la armonía es total: notas de pera, dulzor untuoso, auténtico y complejo. Luego llega Andròmina (Cariñena de Terra Alta), un vino afrutado, de acidez perfecta, que realza el Wagyu teppanyaki con trufa. La carne, laminada y prensada a la plancha, concentra sabor y grasa con equilibrio sublime; un plato redondo, pura elegancia.
El Jako, arroz prensado con caviar y matcha, es una joya técnica: textura cremosa, salinidad controlada, y un dulzor efímero que aparece y desaparece. La burbuja del Corpinat Les Voranes (Penedès) es finísima, seco, 10,5 % vol., mucho más elegante que un cava. Con el Uzusukuri de sepia y papada, un mar y montaña japonés, la grasa y el yuzu se funden; no es mi favorito, pero es un plato que se entiende solo.
La tempura de higo con miel y flor de hinojo es un bocado aparentemente simple pero lleno de matices tostados, cremosos y aromáticos. El vino de Sierra de Gredos, con barrica y ánfora, aporta un contrapunto refrescante, estilo “orange”, honesto y limpio. Le sigue Suertes Cool, con notas ahumadas y tanino fino, ideal para el salmonete curado en ceniza con cereza, plato delicado, dulce y salino, de gran precisión técnica.
El Riesling de George Lingenfelder se abre con tiempo, acidez prolongada y retrogusto elegante. Acompaña una merluza al pil-pil de jengibre, de textura perfecta, untuosa y adictiva; probablemente uno de los mejores pases del menú. El Matapalos (Montilla-Moriles) equilibra dulzor y sequedad en un punto técnico admirable.
El pase de codorniz es un homenaje al dominio del fuego: nigiri, pecho a la brasa y pata glaseada tipo yakitori, cada parte cocinada con precisión milimétrica. Le sigue el morro y oreja de cerdo, combinación golosa, gelatinosa y crujiente, donde la mostaza aporta un golpe nasal medido. Plato humilde elevado a alta cocina.
El cuello de cordero al estilo norte de India, con vinagre de jengibre, mango fibroso y helado de cabra, es intenso, especiado y sorprendentemente equilibrado. El Palo Cortado cierra este tramo con fuerza, domando la grasa y resaltando el dulzor del plato.
El postre de pera al sake con yuzu, canela y anís culmina con equilibrio perfecto entre dulzor, acidez y textura. El helado integra el conjunto y deja un final largo, limpio y elegante.
En conjunto, un menú impecable: técnica, concepto y servicio a la altura del precio (140 € menú + 90 € maridaje). Una experiencia para paladares atentos, con un recorrido sensorial coherente y lleno de identidad. Volveré sin duda, con tiempo y reserva, porque aquí la creatividad se sostiene sobre conocimiento y precisión.
A. R. N.
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08 Noviembre 2025
10,0
Experiencia impresionante en todos los aspectos, para repetir. Mención especial a la chica que estaba en la barra de la entrada esa noche!
Byron Aracil Monegro
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17 Octubre 2025
10,0
Tengo sentimientos encontrados sobre Dos Palillos. ¿Está bueno? Sí, está muy, muy bueno. ¿Es genial? No mucho... ¿Vale la pena pagar 460 € con maridaje de vino y sake para una pareja? No lo creo... Quizás soy un poco quisquilloso, pero la única vez que he estado en un restaurante con estrella Michelin (un 2 estrellas cuesta aproximadamente el doble) hace que Dos Palillos parezca demasiado caro. Tres o cuatro platos estaban magníficos, aunque técnicamente no estaban fuera del alcance de un buen chef, mientras que la mayoría eran simplemente normales y un par, francamente horribles. El calamar negro merece su propia reseña, ya que estaba exquisito, y el plato final, una papada de cerdo ahumada 24 horas, estaba simplemente celestial, aunque, repito, no fuera del alcance de un maestro parrillero medio decente.
Sandro Leandro
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15 Octubre 2025
6,0
En mi opinión, este es uno de esos restaurantes que, una vez lo pruebas, te dan ganas de volver cada día. Su punto fuerte es sin duda la comida asiática, con unos platos tan bien elaborados y llenos de sabor que justifican completamente el precio, que suele estar entre los sesenta y los cien euros. Lo encuentro muy acogedor, con una decoración cuidada que te hace sentir como en casa, y si puedes, te recomiendo pedir mesa en la terraza. Es un sitio perfecto para ir con niños y el servicio siempre me ha parecido excelente. Además, está muy bien situado cerca del Raval, por lo que es muy fácil llegar. No olvides llamar para reservar, especialmente si planeas ir a comer al mediodía. Después de una visita, es normal que ya estés pensando en cuándo repetir la experiencia.
Julio Saugar
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09 Octubre 2025
10,0
Hicimos el menú dos palillos tokusen y fue una experiencia espectacular en todos los aspectos.
Desde el espacio cuidado al detalle en forma de barra donde se ve cómo finalizan los platos o hacen los cortes del pescado y carne🧑🍳👩🍳. Como el Servicio en catalán con una simpatía y explicación de los platos, muy informal y al mismo tiempo agradable. De la comida sólo podemos decir que fue sublime algunos platos sorprendentes y otros muy divertidos, así como activaron las papilas gustativas constantemente
Llorenç Arnau
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02 Octubre 2025
10,0
Disfrutamos del menú degustación de la terraza. Muy recomendable, original y con productos de calidad. Todos los platos bien pensados y buena elaboración.
Ibamos en pareja para disfrutar de esta experiencia. Sería bueno entender que cuando vas en pareja a este tipo de experiencias el ambiente íntimo es un plus y que el hecho de que haya una mesa de grupo al lado le queda mucho por el alto tono de voz que no dejaba oír nuestra propia converza.
Salvo esto, pensamos que la originalidad del menú es excelente.
Ma Àngels
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28 Septiembre 2025
10,0
Dos Palillos 🥢 Extraordinario
Hacía mucho tiempo que no encontraba un lugar tan delicioso para los sentidos. La dueña, que nos atendió, nos guió en un viaje emocional a través de los platos del antiguo Japón. La forma en que entrelaza historias en la descripción de cada plato fue realmente excepcional. Los vinos espumosos que ofrecieron fueron un deleite para el paladar.
Un lugar que sin duda debes visitar para disfrutar de una experiencia gastronómica única.
Gabi MunozM.
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26 Septiembre 2025
10,0
Experiencia curiosa que merece la pena vivir.
Júlia Fernández Pérez
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17 Septiembre 2025
10,0
Fuimos de cena de aniversario con mi pareja y probamos el menú degustación. Por supuesto que el precio es elevado como es de esperar en este tipo de menús, pero realmente vale la pena para días especiales. Se trata de un menú muy completo y variado (no os preocupéis por quedaros con hambre, porque más bien será al contrario). Los platos pasan tanto por pescados, como carnes y también postres. Es cierto que quizás algunos platos son algo atrevidos y puede que no sean para todo el mundo, pero aún así es una experiencia totalmente recomendable. Todo el personal fue encantador y atento en todo momento, explicándonos los platos e incluso adaptándonos un poco el menú. La verdad que fue una buena experiencia que recomendamos sin ninguna duda.
Yazz
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16 Septiembre 2025
10,0
Dos Palillos es uno de los lugares más especiales para comer en el mundo. El día anterior tuvimos la suerte de cenar en Disfrutar, que sin duda fue increíble, pero Dos Palillos es otro nivel. Décadas de trabajo, talento puro y pasión extrema impregnan la comida, y eso se nota en todos los que trabajan allí. ¡Felicitaciones a este increíble establecimiento!
Ibrahim Mouasher
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15 Septiembre 2025
10,0