Das Meigas en Madrid

Bien en la barra, cocina excepcional, servicio lamentable. Los camareros del salón no están a la altura, es una pena.

Comida casera muy rica, calidad precio buenos, lo peor el servicio, una pena estropea la experiencia.

Cuando pienso en este sitio, lo primero que me viene a la mente es lo mucho que la gente valora su comida, hasta el punto de que siempre está lleno de gente pidiendo mesa. Su punto a favor es sin duda la ubicación, que es inmejorable, justo al lado de Justicia. A mí personalmente me encanta la enorme variedad de mariscos que tienen en la carta y sus tapas son legendarias, por algo es tan conocido. Lo mejor es que, según he podido comprobar, los precios son muy interesantes para la calidad que ofrecen; calcula que comer te puede salir entre 20 y 30 euros por persona, y además no hay problema porque aceptan tanto pago en efectivo como con tarjeta. Eso sí, te doy un consejo: los fines de semana se satura muchísimo, así que si no quieres quedarte fuera, haz una reserva con tiempo. El ambiente dentro es super acogedor, con una decoración que te hace sentir cómodo desde el primer momento y es ideal para ir en plan familiar. Si no se te ocurre qué pedir, échale un vistazo a su Instagram, allí siempre suben fotos de sus platos más recomendados.

Lugar muy agradable con una tala gratuita con la bebida muy abundante y rica. Los camareros son agradables y el sitio es muy grande por dentro. Muy recomendable 😁

El bar del frente es muy amigable con los LGBTQ+; tal vez porque es la semana del Orgullo, tal vez porque está ubicado en el barrio gay. Había un ambiente agradable allí. La parte trasera del local es una gran sala que funciona como restaurante. Parecía ser muy popular entre los lugareños, no había turistas alrededor. La decoración de la habitación trasera es muy rústica. Las pinturas en las paredes son de cuando el restaurante abrió por primera vez en 1961. Un grupo de 6 personas compartimos entrantes mixtos de pimientos de Padrón, ensaladilla rusa y huevos rotos. Eran porciones generosas y demasiado grandes para tomarlas solo como entrada. Mi plato principal fue un bistec, cocinado maravillosamente y con virutas doradas coloreadas por el aceite de oliva. Las comidas de mis amigos parecían igualmente sabrosas: bacalao a la gallega, escalope de ternera, salmón y (nuevo para mí) sepia. Las porciones no eran pequeñas y el servicio fue rápido. Me alegré de estar en compañía de gente local. Después de leer las críticas aquí, me pregunto si esta habría sido una experiencia diferente si mis compañeros de cena hubieran sido compatriotas británicos. Dicho esto, volvería sin dudarlo.

Comida gallega, la empanada espectacular, se puede encargar para llevar. Todo está muy bien.

Bar restaurante con comida gallega tradicional. Aún regentado por el clan familiar gallego. Una comida excelente cocinada con mucho mimo y totalmente casera. Precios totalmente asequibles. Tienen menú semanal y de fin de semana. El local es antiguo y con solera. Merece la pena conocerlo antes de que se jubilen.

Un bodegon gallego que de afuera no parece la gran cosa, pero donde la comida es increible, el pulpo con gambones al ajillo es un 10

Muchas gracias. Todo delicioso y el trato excelente.

Muy buena comida y gran ambiente.