Clandestina De Las Tendillas en Toledo

Explosión de sabores … altísimo nivel culinario a un precio más que justo

Muy buena cocina con platos distintos y buena materia prima. Precios un poco elevados. Local agradable pero un poco saturado de mesas lo que produce cierta incomodidad. Servicio impecable.

Platos muy originales con sabores intensos y refinados. Pedimos las croquetas que estaban muy cremosas con marcados sabores a jamón ibérico y leche de cabra. ¡El canelón con sabores de hígado y carne estuvo excelente! Está muy bien hecho el arroz melozo (con centollo), una especie de risotto en una mezcla de sopa de marisco con toques de óxido, ¡fabuloso! ¡La tarta de queso también es una locura! El servicio es discreto, eficiente y agradable. ¡Es cero culpa para este restaurante!

Organizamos nuestro evento anual de empresa en La Clandestina (30 pax) y la verdad, es que fue todo un acierto. Desde el primer momento en que les contactamos fue todo sobre ruedas. La comida riquísima y una calidad inmejorable (es difícil elegir el plato que más me gustó). Adaptaron el menú perfectamente a las personas alérgicas manteniendo la calidad de los productos. Nos mantuvieron el comedor principal dejándolo a nuestra disposición como si fuera comedor privado. Gran calidad en los productos, platos muy bien presentados y un personal muy atento y amable. Volveré seguro en mi prox visita a Toledo. Gracias

Ayer día 2 de noviembre cenamos allí. Tengo q decir q el plato d merluza de 24€ fue incomible. Siento mucho pero no volveré a pasar por allí.

Fuimos por recomendación de amistades y la verdad que no se equivocaron. Local muy agradable, comida con productos de calidad y servicio de 10, muy agradables y atentos. Nos gustó mucho todo. El precio es verdad que es algo más elevado pero creemos que acorde con lo que te sirven, en nuestro caso era una ocasión especial.

El sitio tiene un ambiente ideal para comer o cenar. Pedimos el menú degustación y no nos arrepentimos porque estaba todo super rico! Además el servicio fue de 10 Repetiremos en cuanto podamos

Desde el momento en que entras a Restaurante La Clandestina en Toledo, la experiencia es cautivadora. El ambiente cálido y acogedor se siente en cada rincón, y la decoración mezcla lo rústico y moderno de manera perfecta, creando un espacio ideal para disfrutar de una buena comida. La experiencia gastronómica va creciendo plato tras plato, ofreciendo una variedad de sabores que, sin duda, sorprenden y deleitan a cualquier paladar. Empezamos con las croquetas de leche de oveja e ibérico, que fueron un auténtico placer. Crujientes por fuera y con un relleno cremoso lleno de sabor, son una excelente muestra de cómo se pueden elevar los ingredientes tradicionales. El panipuri de ajo fue una agradable sorpresa, combinando frescura y un toque especiado que lo hacía irresistible. Continuamos con el lomo de sardina sobre una emulsión de ajoblanco, un plato ligero y refrescante que preparó nuestros sentidos para los platos principales. La carrerilla de jabalí fue una obra maestra de cocción lenta; su sabor intenso y su textura suave demostraban el cuidado y la técnica del chef. Pero el plato estrella de la noche fue, sin duda, la presa ibérica con jugo de café, setas shitake y hummus. La combinación de la carne jugosa con el toque amargo del café y la textura terrosa de las shitake, junto al hummus cremoso, resultó en un equilibrio perfecto de sabores y texturas, mostrando la habilidad del chef para mezclar tradición e innovación. Finalmente, no puedo dejar de mencionar el excelente servicio que recibimos. La camarera venezolana que nos atendió fue encantadora y siempre atenta a cada detalle, asegurándose de que todo estuviera perfecto. Su simpatía y amabilidad añadieron un toque especial a la velada, haciendo que la experiencia en La Clandestina fuera completa y memorable. Definitivamente, un lugar para repetir y recomendar a cualquiera que visite Toledo.

Muy buena la comida y el sitio muy acogedor. El servicio lento. Nuestro camarero no nos dió opciones de postre para alérgicos a frutos secos, pero poco después, en la mesa de al lado,el otro camarero les dijo que sí les podía servir una torrija sin frutos secos.

Queremos agradecer al servicio (al camarero que nos atendió) su amabilidad y paciencia. Aunque llegamos tarde para el menu, nos atendieron finalmente con comprensión y una sonrisa. La comida fue excelente y el servicio impecable. Nos disculpamos por nuestra actitud y les agradecemos de su atención. ¡Volveremos sin duda!