Che Pibita en Madrid

Hoy tenía reserva en otro restaurante… pero me he dado cuenta de que era ¡para mañana! 😅 Así que dando una vuelta por la zona me he encontrado con este pedazo de restaurante argentino, y la verdad, ha sido todo un acierto. El camarero y la cocinera son un encanto, de los más majos que he visto nunca —da gusto cuando te atienden así de bien. Me pedí una empanadilla de carne y un entrecot para uno, y estaba todo espectacular. La carne en su punto, sabrosa y con ese toque argentino auténtico. La relación calidad-precio está muy bien: no es caro, pero tampoco barato, y merece totalmente la pena por la calidad de la comida y el trato recibido. Totalmente recomendable, tanto por la comida como por el ambiente. ¡Volveré sin duda! 🇦🇷🔥

Increíble! Todo riquísimo y el personal es un amor! Recomendadísimo!

Lugar no muy grande pero uno se siente en casa rápido, te atienden los dueños, muy linda experiencia lo repetiría

Todo excelente en este lugar...ya he ido varias veces y volveré muchas más...

Qye decir... que como siempre es un maravilloso sitio. Ya no sólo por la comida, que es espectacular . Si no también por la pareja ( Fabi y Gustavo) que son un encanto de personas.

Un sitio muy agradable los dueños súper simpáticos la comida buenisima lo recomiendo 100x100

Si estás buscando un rincón auténtico, acogedor y lleno de sabor, este bar es, sin duda, una joya escondida que merece toda tu atención. Desde el momento en que cruzas la puerta, se respira un ambiente cálido y familiar, de esos que te hacen sentir como en casa aunque sea tu primera visita. No es solo un bar, es una experiencia que te envuelve desde el primer sorbo de cerveza hasta la última sonrisa que te regalan sus camareros. Y hablando de camareros… ¡qué maravilla de personas! No son simplemente quienes te atienden, son los propios dueños, y eso se nota en cada gesto, en cada palabra, en cada detalle. Son majísimos, cercanos, atentos y con una energía contagiosa que convierte cualquier tarde en una celebración. Se nota que aman lo que hacen, y esa pasión se transmite directamente al cliente. Te reciben con una sonrisa sincera, te recomiendan con cariño y te hacen sentir parte de su pequeño universo gastronómico. Uno de los detalles que más me sorprendió —y encantó— fue que con cada cerveza te sirven no una, sino ¡dos tapas! Y no estamos hablando de cualquier cosa: a nosotros nos puso un plato de chorizo increíble y luego uno de queso, aceitunas, patatas y frutos secos. Varían según el día, lo que añade un toque de sorpresa y emoción a cada visita. Es un gesto generoso que ya no se ve en muchos sitios, y que aquí se mantiene como parte de su esencia. La carta de comida también promete mucho. Aunque en esta ocasión no tuve la oportunidad de probarla, me quedé con unas ganas tremendas. Todo tenía una pinta espectacular, y no me cabe duda de que la próxima vez me lanzaré de lleno a descubrir esa parte del menú. Además, tienen una cuenta de Instagram muy activa donde suben cada día lo que tienen de menú. Es una forma genial de estar al tanto de sus propuestas, y también de ir abriendo el apetito desde casa. Las fotos que publican son tan apetecibles como los platos en sí, y reflejan el cariño con el que trabajan. Es evidente que cuidan tanto la presentación como el sabor, y eso se agradece. En resumen, este bar es un lugar que enamora. Por su ambiente, por su gente, por su comida y por esos pequeños detalles que marcan la diferencia. Es el tipo de sitio al que vas una vez y ya estás pensando en cuándo volver. Yo, desde luego, lo tengo claro: volveré sin duda. Porque hay lugares que no solo alimentan el cuerpo, sino también el alma, y este bar es uno de ellos

100% recomendable . Fuimos en Pinchamberi y la tapa estaba espectacular

Auténtica comida casera argentina. Los dueños súper amables. Se sentirán muy acogidos y comerán como en casa

Lo regenta un matrimonio súper simpáticos y muy amables!! La comida riquísima y las tapas abundantes !!