Cebo en Madrid

Nos encantó, cada plato nos gustaba más que el anterior. El servicio super amable y atento

Fue una experiencia increíble para mi esposo y para mí. El servicio, la presentación y el sabor fueron excepcionales. Disfruté casi todo, solo dos platos no me gustaron (calamar de anzuelo y camarón rojo).

Excelente experiencia. Gran atención y alta calidad en el menú de degustación . Una variedad exquisita bien explicada y muy bien ejecutada . Gran servicio

Excelente atención sabores deliciosos

Menú degustación "corto" muy variado y muy rico.

Excelente en todo. Atención, comida y bebida. Resulta conveniente una carta de vinos con precios asequibles. El menu es redondo, con platos excepcionales y cantidades perfectas. Dos cosas a mejorar: los cubiertos, son imposibles; te sientes un T-Rex. La información/presentación de los platos, suena a cantinela y se escucha en toda la sala repetida una y otra vez, aunque no desmerece la nota general.

Espectacular experiencia, un lugar para disfrutar de cada plato. Merecidísima estrella Michelin.

Mucho pescado en el menú clásico, pero buena e interesante presentación.

Una maravillosa experiencia gastronómica en Madrid. Este restaurante era de primera clase en todos los aspectos con un menú degustación bien cuidado, vinos muy bien maridados, y un excelente servicio de un equipo de servidores profesionales que estaban bien versados en la oferta de menús y vinos acompañantes. Es un espacio bellamente decorado con un generoso espacio entre mesas que creó una experiencia muy privada y personal. Recomendamos este restaurante sin dudarlo si desea una experiencia gastronómica muy especial.

En cuanto a servicio todos fueron muy amables y pacientes, ya que fuimos con un bebé de 20 meses.. Con respecto al ambiente, la decoración es bastante moderna e interesante pero quizás un poco lúgubre, para la noche puede convenir pero para el mediodía en mi opinión personal vendría bien un poco más de luz. Con respecto a los platos, la entrada no nos terminó de convencer, incluso sentimos que el caldo puede llegar a ser un poco pesado para dar inicio a la experiencia, algo más ligero se apreciaría más y abriría mejor el apetito para continuar. Hubo unos platos que nos gustaron más que otros, con algunos sentimos algo que no es lo que se quiere en un restaurant Michelin y es pensar que los platos estaban preparados con mucha anticipación, entendemos que algunos componentes lo deben estar pero la sensación que tuvimos con algunos es que no estaban recién preparados, es posible que nos equivoquemos pero mejorar las temperaturas de los platos ayudaría mucho a retirar esta percepción. Mi esposo escogió el acompañamiento de vinos y estuvo gratamente sorprendido, muchos vinos interesantes y bien coordinados con los platos. No estamos decepcionados pero tampoco repetiríamos la experiencia.