Cebo en Madrid

Servicio perfecto. Comida estupenda y creativa. Espacio muy hermoso. ¡Repitiendo!

Restaurante situado al lado del congreso de los diputados en Madrid , en el hotel Urban de 5* , el restaurante tiene una estrella michelin ,la dirección de este restaurante corre a cargo de los chefs Javier Sanz y Juan Sahuquillo que comandan el menú de este restaurante. Tienen dos menús , el largo y el corto , yo fui a comer y cogí el menú corto , estos fueron los platos que me sirvieron Empezamos con un triple aperitivo, un tartar de carne de Joselito entre dos obleas con forma de cerdito. Un bocado sabroso Una croqueta de leche de oveja con jamon Joselito y tapada con una locha de copa Joselito. Excelente esta croqueta , ganaron el premio de mejor croqueta de España hace años. Bechamel perfecta , rebozado fino. Un chicharrón de carne Joselito especiado y en el vasito un caldo de costilla muy bueno Seguí por un tomate de cuerno de los antes embotado en conserva con un lacteo de oveja una mezcla matcha mexicana , no confundir con el té . Se acompaña de un vaso de jugo de tomate con palo cortado y un pan de aceite de cadiz. Excelente este plato , un sabor tremendo del tomate con el lacto de oveja. Navaja del cantábrico de buceo con escarcha de alga codium y una especie de salsa mayonesa parecida ajo blanco. Muy buen plato también, navaja muy fina y marida bien con la salsa Concha fina de Málaga y camarón en escabeche de zanahoria. Estaba rico , pero tampoco nada especial. Guisante del Maresme a la parilla con cococha y salsa verde. Este plato es para comerse un caldero , excelente el guisante. Calamar de potera cocinado en crudo con crema de yema y rancio ibérico. El calamar se congela para el cocinado . Aquí lo principal del plato es la salsa , bastante buena. Virrey madurado 3 días , pasado por la parrilla , con pilpil de patata , espinacas , crema de limon asado y mantequilla. Bastante bueno el plato , me gustó la salsa de limon. Pato risolado con higo dama coll y demi glace de pato . Nada en especial en este plato. Costilla de buey guisada con patata soufflé , nigiri de picaña con pan brioche y grasa de buey. Un buey madurado 180 dias. De aquí me quedo con el nigiri aunque tampoco me resultó muy especial El postre fue un chocolate de 80% de Brasil con un crepe ,miso blanco , barquillo estilo Madrid y helado de chufa. Bastante rica la mezcla. Con petit fours 3 pastas , un pistacho de Extremadura con masa parís Brest , un piñon de Valladolid con miel y aromatizado con piñas. Almendra con ganache de almendra y bizcocho de almendra. De estos tres me quedo con la almendra. Los panes servidos fueron un pan de aceite de cadiz , un pan de mantequilla , un pan de castaña y otro de maiz. Muy buenos todos Resumen : Buen menú , servido bastante rápido , menos de 2 horas , me quedo con los platos de guisantes , las navajas , el tomate , la croqueta y el virrey. Precio : 140€ menú. Puntuación : 9,3

Estrella estrellada del hotel urbano, el pequeño menú degustación es muy interesante, ¡tal vez el servicio fue demasiado rápido!

De lo mejor para cenar en Madrid. La comida es exquisita, con calidad notable en cada ingrediente, y el servicio y las atenciones son impecables.

Fuimos mi pareja y yo para una ocasión especial. El servicio está a la altura del lugar, desde que entras estás completamente atendido y asesorado, siendo muy cercanos en el trato en todo momento. La comida muy rica, con algunos platos espectaculares como la croqueta o el tomate y con alguno un poco más sencillo. Se echa de menos algo más de cantidad en la degustación final de salados/calientes, sobre todo en la costilla que se queda un tanto escasa. Quizá el punto más “flojo” fue el cierre, donde te esperas algo más especial para una cena de este tipo. El ambiente es demasiado sencillo, pero tampoco es inconveniente. Lugar recomendable que sería increible con 3 detallitos más.

Cena reservada para 2 personas para el menú clásico que constaba de 11 platos. El servicio fue rápido. Atendido a los requisitos dietéticos por adelantado. Los platos eran mariscos / mariscos pesados que disfrutamos. El curso inicial se planteó esencialmente de cuatro maneras. Lo cual fue increíble. Lo recomendaría, volvería.

100% recomendable! La comida y la presentación de los platos es increíble, el sitio estupendo y el personal encantador. Sin duda repetiría!

El menú está bien pero personalmente no me gusta este tipo de servicio que solo mancha el plato,no es por el dinero pero hay sitios que sales igual o más satisfecho sin que tú cartera se resienta tanto; todavía hay gente que se cree lo de las estrellas.

Muy merecida estrella Michelin. Un menú degustación con sentido en todos sus pases y transiciones. Servicio espectacular que no solo explica platos sino que te guía durante la experiencia.

Primero y antes de nada, no quiero que se tome esta crítica como algo cruel contra Cebo. No es mi intención en absoluto. Solo quiero reflejar mis impresiones. Me gustaría puntualizar que todos y cada uno de los platos que tomamos fueron excelentes, tanto en gusto como en ejecución. Igualmente, el servicio fue atento y servicial. Pero ahora llegan las puntualizaciones: A la hora de hacer la reserva on line solo se me dio opcion de elegir un menu (Temporada). Como teníamos muchas ganas de probar los platos de Cebo, no lo dudamos mucho. ¡ERROR! Este menú está diseñado para estómagos muy agradecidos. A mitad de recorrido ya empezábamos a estar saturados, y el final se convirtió en un poco de tormento que deslució toda la comida. Cantidad y calidad son dos conceptos que siempre hay que poner en equilibrio. Me molestó ver que en varias de las mesas los comensales sólo tomaron la mitad de platos que nosotros. Curiosamente, la mayoria de estas mesas estaban ocupadas por comensales solitarios, quizá alojados en el hotel. Este hecho daba un aire extraño al restaurante, algo desangelado. Pero quizá el detalle que más me molestó fue el del vino. Pedí una botella de vino francés (120 euros) y la camarera que nos lo trajo nos sirvió a las dos personas al mismo tiempo, sin dar opción a que uno lo catara primero. Se trataba de un vino de cosecha 1999 y sinceramente, no estaba en condiciones. No puedo decir que tuviera "corcho" (o quizá si), pero la realidad es que el vino estaba rancio. ¿No disponen de un sommelier que cate y asesore???? Solamente un camarero muy servicial se ofreció a traernos un decantador... aunque el vino no mejoró ya que estaba defectuoso desde el principio. Cuando uno se gasta cierto dinero en una botella de este tipo, se espera otro tipo de reacción o compromiso por parte del restaurante. Varios detalles feos, que deslucieron por completo nuestra experiencia en Cebo. Salimos por la puerta absolutamente llenos, de comida y decepción....